MÍO Eres

Isaías 43:1 

Mas ahora, 

así dice el Señor tu Creador, 

oh Jacob, 

Y el que te formó, 

oh Israel: 

“No temas, 

porque Yo te he redimido, 

Te he llamado por tu nombre; 

Mío eres tú.”

Isaías vivió y profetizó con otro profeta de Israel –Miqueas.  Ambos predijeron el juicio venidero sobre Israel. El pueblo escogido de DIOS había rechazado al único DIOS verdadero. El pueblo de Israel vivía una vida de avaricia egocéntrica y corrupción. El ministerio de Isaías comenzó a mediados del siglo VIII (alrededor del 750 a. C.). A pesar de todo el dolor y el sufrimiento que DIOS estaba a punto de traer sobre Israel y Judá, ofreció esperanza a SU pueblo. Le había hecho una promesa al "padre de los judíos" – Abraham – que tuvo que cumplir. DIOS cumplirá SU palabra.

Observa las palabras del versículo 1 del capítulo 43: “el SEÑOR tu CREADOR”. Es impresionante la frecuencia con la que – cada día – olvidamos el poder y la omnisciencia del Dios al que servimos. ÉL es nuestro SEÑOR y nuestro CREADOR. ÉL ES ambos. ÉL prefiere que LO honremos con vidas de servicio y respeto. Independientemente de nuestro comportamiento – ÉL sigue siendo SEÑOR y CREADOR. Si pecamos, como lo hicieron Israel y Judá, nuestro pecado tiene consecuencias. Pero – ÉL ES SEÑOR y CREADOR. Si tan solo recordáramos esto a lo largo del día – nuestras vidas serían mucho menos estresantes y egocéntricas. Nuestro CREADOR eligió salvarnos eternamente porque así LO quiso. Esto no tiene nada que ver con el mérito. Se llama gracia. “Por su gracia sois salvos…” (Efesios 2:8).

El versículo continúa con: “El que te formó…”. Todo ser humano que ha vivido fue formado por Dios (Salmo 139:13-16). ÉL nos conoce. Y quiere asegurarle a SU pueblo elegido (específicamente en este caso – Israel – pero podemos incluir los gentiles por otros versículos en el Nuevo Testamento que somos "formados" e incluidos en SU plan soberano) que, en los días oscuros y dolorosos que se avecinan, ÉL está con ellos. No los ha olvidado ni ha olvidado Sus promesas.

“No temas”. Lee esas dos palabras de nuevo y aplícalas a ti mismo hoy – aunque no seamos judíos. ÉL ES DIOS. Y las promesas que hizo a SU pueblo Israel, en este caso, pueden aplicarse a nosotros hoy. Porque el amor de DIOS es para todos Sus elegidos. El pueblo de Israel recibirá beneficios diferentes del amor de DIOS que “nosotros” los gentiles. Vivirán en la “tierra prometida” de Israel. Pero DIOS “redimió” a todos Sus elegidos en la cruz de SU único HIJO, JESUCRISTO. ÉL nos “redimió” de la esclavitud del pecado. Y también redimió a Sus elegidos de Israel. Ya que somos “redimidos” – no debemos temer. ÉL es amor. Y “el amor perfecto echa fuera el temor.” (1 Juan 4:18)

“Te he llamado por tu nombre”. Cerca del fin de la Biblia, la palabra de DIOS menciona “nombres” - “Y el nombre que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue arrojado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15). Antes de la fundación de este mundo, DIOS CONOCIÓ nuestros nombres. ÉL CONOCIÓ. Y con nuestra comprensión de este hecho – no tenemos por qué temer. ÉL nos ama y nos ha llamado – junto con los de Su raza elegida – el pueblo de Israel – por nuestro nombre. ÉL nos conoce personalmente – íntimamente. ÉL nos conoce mejor que “conocemos” nosotros mismos. Literalmente, mejor que nosotros mismos. Descansa en ÉL. 

Porque como termina este versículo de Isaías – la palabra inspirada de Dios dice: " MÍO eres tú". ¿Acaso hay palabras mejores en toda la creación? Tú - TÚ que lees este devocional – si crees que JESUCRISTO murió por tus pecados en la cruz y, al creer en Su muerte, perdón y resurrección – has "nacido de nuevo". Si este hecho te describe a TI – "eres MÍO", dice el SEÑOR de la creación. No existe mejor pensamiento en la creación para un ser humano pecador que este - "eres MÍO", dice el SEÑOR de la creación. ÉL CONOCE tu nombre. Y ÉL completará lo que ha comenzado. Es bueno vivir para ÉL todo el día de hoy. Porque somos SUYOS. No entendemos todo lo que esto significa – PERO sabemos que es muy, muy BUENO.  

Mas ahora, 

así dice el Señor tu Creador, 

oh Jacob, 

Y el que te formó, 

oh Israel: 

“No temas, 

porque Yo te he redimido, 

Te he llamado por tu nombre; 

Mío eres tú.”