Nuestro Increíble DIOS

Romanos 11:33  

¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!

Muchas iglesias cristianas hoy creen que el "Israel" de hoy es la "iglesia" – que Dios no tiene intención de volver a centrarse en el pueblo judío. (La mayoría de las iglesias que creen esto interpretan la Biblia con una Teología del Pacto. Nosotros, los "dispensacionalistas", compartimos la idea que la Biblia tiene varios pactos importantes. Sin embargo, los pactos a veces caen completamente dentro de una de las "dispensaciones" de DIOS o se extienden más allá de otras dispensaciones. Esto no se menciona para confundir, sino para ayudarnos a comprender mejor los detalles que encontramos cuando estudiamos diligentemente SU Palabra.) Si bien la Biblia enseña que en la "dispensación" (una administración específica [una era] del gobierno soberano de DIOS) actual de la "iglesia" – "no hay griego ni judío... sino que Cristo es el todo y en todo" (Col. 3:11). Esta afirmación y otras similares NO significan que Dios haya decidido reemplazar a Israel con la iglesia. No lo ha hecho. Romanos 11 y Apocalipsis 7, 14 explican con bastante claridad y literalidad que Dios no ha abandonado a Israel. ÉL tiene planes para la nación de Israel. Cumplirá la promesa que le hizo a Abraham de ocupar toda la tierra que él caminó. Israel vivirá en paz mientras su REY eterno gobierna el mundo. En el capítulo 11 de Romanos, Pablo deja muy claro que DIOS no ha olvidado ni abandonado a Israel.

En el versículo 33 de Romanos 11, Pablo (guiado por el ESPÍRITU SANTO) prorrumpe en una doxología (una expresión de alabanza a DIOS). Pablo, aunque recibió muchas circunstancias difíciles y duras — golpeado, apedreado, azotado, encarcelado y finalmente decapitado (según documentos extrabíblicos) — fue un hombre muy bendecido en esta vida caída. Él “experimentó” el tercer cielo. Habló con JESUCRISTO en esta vida, cara a cara. Y en este versículo, Pablo demuestra que inconsciente, inexplicablemente y profundamente “entiende” que DIOS TIENE UN PLAN. TODO lo que VEMOS, TODO lo que SOMOS, TODO lo que SABEMOS, nos lo “comparte” un DIOS soberano, santo y trino que nos ama más de lo que entendemos. Tú y yo nunca tendremos un pensamiento original. Nunca. “Porque Dios es quien en vosotros produce así el querer como el hacer, por SU buena voluntad” (Fil. 2:13). DIOS solo nos pide sumisión a SU voluntad para que nuestros pensamientos sean Suyos. Pero la sumisión tiene un alto precio. Debemos morir (a nosotros mismos).

Y Pablo, por la gracia soberana de DIOS, murió a sí mismo y “comprendió” a DIOS a un nivel muy profundo e íntimo. Esto es lo que escribe en Romanos 11:33. ¡Nuestro DIOS es increíblemente bueno! Cuanto más aprendemos a “morir” – más profundo se vuelve nuestro gozo en esta vida. Porque verdaderamente SOMOS seres eternos. Nuestro DIOS tiene un plan. Por SU placer y voluntad soberana, ÉL eligió incluir a algunos seres humanos frágiles, pecadores y perdidos en SU reino eterno. Y los salvó castigando a SU único HIJO de una manera que jamás comprenderemos. Lo hizo para demostrar QUIEN ÉL ES – un DIOS santo y amoroso.

ÉL es mucho más santo y amoroso de lo que entendemos con nuestros corazones corruptos y mentes depravadas. Este es el tema de Romanos 11:33. La profundidad de nuestro Dios, nuestro PADRE celestial, es la eternidad. SU profundidad es infinita. No podemos entender SUS juicios ni SUS caminos. Sería bueno que en este momento diésemos un paso atrás y consideráramos a ÉL con quien tenemos que tratar. Hay personas bendecidas y maldecidas – según nuestras mentes finitas y confusas. DIOS eleva y rebaja a quien ÉL quiere cuando ÉL quiere. No entendemos SUS propósitos. ÉL solo nos pide que – simple, constante y en oración – CONFIEMOS y OBEDECEMOS. Nuestra obediencia personal y diaria a ÉL será recompensada a SU manera y en SU “tiempo”. Solo podemos agradecer todo lo que ÉL ha hecho por nosotros. ¡Y alabarLO desde lo más profundo de nuestros corazones engañosos, confundidos e inadecuados por el glorioso y eterno DIOS que ÉL es!

¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!