Una Vida Que Honra

Gálatas 4:7  

Por tanto, ya no eres siervo, 

sino hijo; 

y si hijo, 

también heredero 

por medio de Dios.

Los miembros de la iglesia de Galacia sufrían las mismas debilidades humanas que nosotros. Querían “ver” y “evaluar” su santidad y su desempeño. Querían volver a la Ley que sabían vivir. Un "camino de fe" suena maravilloso. Cuando intentamos aplicarlo, cuando intentamos vivirlo, fracasamos miserablemente. "El amor no busca lo suyo" (1 Corintios 13:5). Jesucristo confía plenamente en nosotros. Nos ama. Y no nos salvó para vivir una vida de reglas. Nos salvó para ser "libres". Pero nuestros corazones depravados no comprenden claramente que somos "libres" para vivir "en" Él. Nuestra "libertad" nos deja en un dilema. Entendemos que no vivimos según reglas. Somos muy egoístas y tardamos en darnos cuenta – en nuestra era de "comodidad" – de que nuestra "libertad" no consiste en volvernos más egocéntricos y egoístas. La mayoría de los cristianos en Estados Unidos y México aceptan su libertad como algo “añadido” a sus vidas. Pueden seguir trabajando duro y acumulando bienes. Y, además, además de vivir para sí mismos, “añaden” su salvación. Si voy a la iglesia el domingo, doy un poco de dinero y me siento culpable de vez en cuando, “Estoy bien”. Y la mayoría de las veces, JESUCRISTO nos permite vivir esta mentira porque nos ama.

Analicemos este versículo con más detalle. ¿Qué significa ser "hijo" (de género neutro – que incluye a todos los elegidos) de DIOS? No estoy completamente seguro. Todavía no he experimentado la parte eterna. Lo que sí sé es que esto significa mucho más que “añadir” el cristianismo a mi vida. El hecho de que el DIOS del universo nos haya adoptado y nos llame hijos SUYOS debería reorientar todo lo que entendemos sobre las personas y todo lo que nos rodea. Las reglas que uso para ser "cristiano" y sentirme aceptado por mí mismo y por los demás son tan malas o peores que la Ley de la iglesia de Galacia. El título de – hijo de DIOS – hace que todos nuestros pequeños esfuerzos por ser cristianos sean insignificantes. Ser cristiano no se trata de convencerte a ti mismo ni a los demás de que eres aceptable. Porque NUNCA seremos aceptables por nuestros propios méritos. NUNCA.

Así que – no confíes en los “hábitos” que aprendiste en la cultura de tu iglesia sobre “ser” cristiano. JESUCRISTO prefiere que abordemos el día de hoy con duda. Con un poco de incertidumbre. Momento a momento… ¿Qué haría “un hijo de DIOS” ahora mismo? No estoy seguro. Lo único que puedo decirte con certeza es que un hijo de DIOS no sería egoísta ni egocéntrico. “Orar sin cesar” y “sed lleno del Espíritu Santo” son el resultado de la incertidumbre que debemos albergar en nuestras almas. No sabemos “cómo” debe vivir un hijo de DIOS. JESUCRISTO – en SU profundo y eterno amor – nos ha hecho LIBRES. Cuando elegimos honrarLO – mostramos respeto y honor verdadero porque no nos obligó a “hacerlo”. Hay libertad en el amor porque el amor recíproco se respeta mutuamente. Cuando amamos a JESUCRISTO al “elegir morir a nosotros mismos” en esta vida caída – LO honramos por completo.

Es BUENO dar un paso atrás y mirarnos al espejo. Casi todos los cristianos que conozco en Estados Unidos y México viven una vida de cristianismo "adicional". NO se comportan como hijos de DIOS. Quizás te preguntes: "Entonces, ¿cómo me comporto como hijo de Dios?". La respuesta es – nadie tiene idea, excepto el ESPÍRITU SANTO que TE guía. Es una transacción que honra a DIOS – momento a momento. Debemos honrar a JESUCRISTO, QUIEN nos hizo "hijos de DIOS" al vivir para ÉL – no para nosotros mismos. 

No solo somos hijos de Dios – sino herederos. ¿Qué significa eso? Aún no lo sé. Permítanme expresarles, sin lugar a dudas, que significa mucho más que cualquier cosa que hayan visto en su vida. Esta es otra fuerte motivación para que abandonemos nuestras reglas de cristianismo “adicional” y vivamos una vida de dependencia de ÉL a través del ESPIRITU SANTO. El amor que JESUCRISTO nos tiene nos da la libertad de elegir. Permítanme animarlos a “SER” un hijo de DIOS – “ser” un heredero de DIOS – hoy mismo. No vivas para este mundo. “Caminas” por fe.

Por tanto, ya no eres siervo, 

sino hijo; 

y si hijo, 

también heredero 

por medio de Dios.