Gracia Profunda - Amor Eterno Constriñe

1 Cronicas 16:11 

Busquen al Señor y Su fortaleza; 

Busquen Su rostro continuamente.

El rey David escribió estas palabras hace unos 3,000 años. Son una verdad absoluta. Estas palabras siguen "vivas" hoy. David las escribió porque alababa el hecho de que el arca había sido traída a Jerusalén. David esperaba que el Señor reinara desde Jerusalén. Los profetas Isaías, Jeremías y los demás profetas que proclamarían el juicio de Israel aún no habían nacido. Israel era una nación fuerte que el Señor había rescatado del olvido.

El pueblo de Israel “no escuchó” las palabras de alabanza de David cuando el arca llegó a Jerusalén. No buscaron al Señor ni SU fuerza. Olvidaron SU rostro. Si no fuera por la gracia de Dios, nosotros haríamos lo mismo. Si mi salvación dependiera de mí – ya la perdí. Incluso después de ser salvos, “no honramos” a Dios como deberíamos. Somos hechos de carne y hueso egoísta.

Permíteme animarte a considerar la profundidad del amor y la gracia de nuestro SEÑOR hacia ti. Por favor, observa cuántas veces en los próximos 15 minutos olvidas / ignoras al SER más importante de tu vida. Y este SER importante no eres tú mismo. Si tú (o yo) fuéramos el SER más importante de nuestras vidas – pasaríamos la eternidad en el infierno. El SER más importante de nuestras vidas es el amoroso, generoso y misericordioso (lleno de gracia) HIJO de DIOS que murió en nuestro lugar. Él nos ha dado la vida eterna. Viviremos con Él para siempre en el cielo. No porque seamos importantes en sí mismos – SINO porque ÉL ES eternamente importante. Su sangre fue derramada para que pudiéramos ser convertidos en hijos e hijas adoptivos del DIOS viviente.

Y debemos buscarLO a ÉL y SU fortaleza. Debemos buscar SU rostro constantemente.  Porque no hay nada en nuestras vidas más importante que JESUCRISTO. ÉL nos dio la eternidad en el cielo cuando murió en la cruz. Y ÉL merece nuestra alabanza y gratitud eterna. ÉL ES eternamente más importante que nosotros. ÉL debería SER “cómo” nos definimos. “El significado" (sentido) de nuestra existencia proviene de ÉL. ÉL ES DIOS.

Busquen al Señor y Su fortaleza; 

Busquen Su rostro continuamente.