La Plenitud de La Deidad

  Colosenses 2:9 

Porque toda la plenitud 

de la Deidad 

reside corporalmente 

en Él,

¿QUIÉN ES JESUCRISTO? La respuesta sencilla es ÉL ERA / ES DIOS. Y ÉL ERA / ES HOMBRE (ahora en un cuerpo resucitado – la primicia de muchos). ÉL ERA / ES AMBOS. Mientras estuvo en la tierra, fue 100% DIOS – 100% HOMBRE – unidos en UN SOLO cuerpo. Perfectamente unidos. Nunca mezclados. Cuando ÉL murió en la cruz – SU cuerpo humano dejó de funcionar. SU corazón humano dejó de latir. SU Deidad no podía ser asesinada ni detenida. SU Deidad continuó existiendo (y “hacer” cosas – lo cual no forma parte de este devocional) mientras SU cuerpo estaba en la tumba. Su PADRE y el ESPÍRITU SANTO unieron a JESUCRISTO a SU cuerpo físico al tercer día después de SU muerte, y ÉL levantó de la tumba.

Mire Colosenses 2:9. Hay un SER en el cielo, ahora mismo, que "se parece a un hombre", pero ÉL ES DIOS. En ÉL, toda la plenitud de la Deidad habita en forma corporal. ¿Qué es la plenitud de la Deidad? En nuestras limitaciones finitas – no tenemos idea. El ESPÍRITU SANTO guió a Pablo a escribir estas palabras. La Deidad es algo más allá de quienes SOMOS. ÉL ES DIOS. ÉL ES santo. ÉL ES eterno. No entendemos estos conceptos. ÉL ES "otro" – no como nosotros. ÉL nunca pecó. ÉL nunca conoció la culpa. ÉL "sintió" (sufrió) las consecuencias del pecado y la culpa en la cruz. Él cargó con nuestro pecado y culpa para poder "imputar" en nosotros SU justicia perfecta.

Y un “día” – tú y yo “conoceremos” al DIOS / HOMBRE – JESUCRISTO. Miraremos SUS ojos sobrenaturales. ÉL sonreirá una sonrisa sobrenatural. Y entenderemos un “poco” mejor SU Deidad. Entenderemos un poco más claramente SU propósito eterno en nuestra existencia. Nuestro DIOS tiene un plan – para SU gloria y nuestro beneficio. Sería sabio que recordáramos SU Deidad eterna mientras avanzamos hacia el dolor y la confusión de una vida que no tiene brújula moral. La confusión y el dolor aumentarán exponencialmente. Podemos “ver” que esto se desarrolla. DIOS ha puesto a este mundo malvado bajo SU justo juicio. Y esto no termina bien para los humanos malvados. Es BUENO para nosotros confiar más en nuestro SEÑOR – JESUCRISTO – hoy. Confía y obedéceLE. Porque ÉL ES DIOS en forma corporal. Y lo CONOCEREMOS – cara a cara – un “día”. Y seremos bendecidos para siempre.

Porque toda la plenitud 

de la Deidad 

reside corporalmente 

en Él,