Proverbios
15:13
El corazón gozoso alegra el rostro,
Pero en la tristeza del corazón
se
quebranta (desanima) el espíritu.
Es bueno estar gozoso.
Tenemos muchas razones para estar llenos de gozo. Nuestra eternidad, nuestra
vida eterna – “Consumado es”. Jesucristo – nuestro maravilloso,
misericordioso y amoroso Salvador – nos dio una eternidad con ÉL en la cruz. La
mayor parte de nuestros días deberíamos dedicarlos a amar y animar a otros a
concentrarse en la eternidad. Debemos “andar por fe, no por vista” (2 Corintios
5:7). Y, cuando “andamos” por fe – es fácil
chiflar bajo la tormenta. Es fácil estar
gozoso mientras que sentimos dolor físico.
Mientras que la vida no marcha a nuestro favor.
PERO – somos
seres humanos – hechos de carne y hueso (es decir, débiles). Y nos “suceden”
cosas que nos hacen “sentir” tristes. Cuando un familiar se va de este mundo, o
alguien a quien queremos pasa por momentos difíciles o está enfermo, nos
entristecemos.
Y la VERDAD que
se encuentra en este proverbio se vuelve más verdadera – más significativa –
para nosotros. Disfrutamos de la alegría. Queremos animar a quienes nos rodean.
La Biblia se nos instruye a amar a los demás. Nuestro deseo de amar a los demás
debe resultar en una actitud positiva – un deseo de servir. Cuando las
circunstancias nos hacen sentir "tristes" – debemos recordar que
estar "triste" está bien. DIOS sabe que somos débiles. ÉL sabe que
anhelamos honrarLO. Y LO honraremos de nuevo – pronto. Pero a veces la vida
duele. Y estamos tristes.
Cuando estamos
tristes – no somos tan capaces de amar a los demás. Nuestro espíritu está roto
/ desanimado / pierda el vigor. Estamos callados. Un poco solos. Y no estamos
seguros de querer que alguien lo "arregle". Simplemente nos sentimos
tristes. Y eso está bien. Nuestro SALVADOR comprende el dolor y la tristeza
causado por el daño del pecado (y es el pecado – al fin de cuenta – que es la raíz
del dolor) – mucho MEJOR que nosotros. ÉL soportó el dolor eterno en la cruz.
Así que, cuando
te encuentres en medio de la “tristeza” debido a circunstancias que escapan a
tu control – recuerda – el SEÑOR te ama.
Profundamente. Y ÉL te acompañará en este valle. Nuestro SEÑOR ES amor.
Y SU amor es fiel. SU amor es hesed (amor fiel o fidelidad amorosa).
Según la cantidad de veces que se menciona en la Biblia – SU amor
es casi tan importante como SU santidad. ÉL ES ambas cosas. Santo y amor. Y en ÉL podemos descansar (Mt.
11:28-30) mientras estamos “tristes”.
El corazón gozoso alegra el rostro,
Pero en la tristeza del corazón
se quebranta (desanima) el espíritu.
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