Nuestra Lucha

Efesios 6:12 

Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, 

sino contra principados, contra potestades, 

contra los poderes de este mundo de tinieblas, 

contra las fuerzas espirituales de maldad 

en las regiones celestes.

Nuestra lucha está cerca – mano a mano. En este pasaje (perícopa – v. 10-17), Pablo habla de la armadura de un soldado romano. En la antigüedad, las batallas se pelearon muy de cerca – mano a mano – el enemigo estaba al alcance de un brazo. Y así es como la Biblia comunica nuestra lucha espiritual. Satanás y sus demonios subordinados están cerca. No pueden impedir lo que JESUCRISTO ha hecho en nosotros y por nosotros – pueden (y lo hacen) influir y manipular a las personas no salvas (y las circunstancias) con quienes (y en las cuales) interactuamos. 

Pablo luego proporciona una descripción de los seres espirituales invisibles que son poderosos y merecen nuestra atención constante:

"El líder – el diablo. El enemigo tiene muchos nombres diferentes. Diablo significa “acusador” porque acusa al pueblo de DIOS día y noche ante su trono (Apocalipsis 12:7-11). Satanás significa “adversario” porque es enemigo de DIOS. También se le llama tentador (Mateo 4:3), asesino y mentiroso (Juan 8:44). Se le compara con un león (1 Pedro 5:8), una serpiente (Génesis 3:1; Apocalipsis 12:9) y un ángel de luz (2 Corintios 11:13-15), así como con “el dios de este mundo” (2 Corintios 4:4).

¿De dónde vino esta criatura espiritual que busca oponerse a DIOS y frustrar SU obra? Muchos estudiosos creen que, en la Creación original, era “Lucifer, hijo de la mañana” (Isaías 14:12-15) y que fue derribado por su orgullo y su deseo de ocupar el trono de DIOS. Muchos misterios se relacionan con el origen de Satanás, pero lo que hace y adónde va ciertamente no son un misterio. Dado que es un ser creado y no eterno (como DIOS), su conocimiento y actividad son limitados. A diferencia de DIOS, Satanás no es omnisciente, omnipotente ni omnipresente. Entonces, ¿cómo logra tanto en tantas partes del mundo? La respuesta está en sus ayudantes organizados.

Los ayudantes de Satanás. Pablo los llamó “principados… potestades… gobernadores… huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Esto sugiere un ejército definido de criaturas demoníacas que asisten a Satanás en sus ataques contra los creyentes. El apóstol Juan insinuó que un tercio de los ángeles cayó con Satanás cuando este se rebeló contra DIOS (Apocalipsis 12:4), y Daniel escribió que los ángeles de Satanás luchan contra los ángeles de DIOS por el control de los asuntos de las naciones (Daniel 10:13-20). Una batalla espiritual se está librando (peleando) en este mundo y en la esfera de los “lugares celestiales”, y tú y yo somos parte de ella. Saber esto hace que “andar en victoria” sea algo vital para nosotros – y para Dios.

Las habilidades de Satanás. Las advertencias de Pablo indican que Satanás es un enemigo poderoso (Efesios 6:10-12) y que necesitamos el poder de DIOS para enfrentarlo. Nunca subestimes el poder del diablo. ¡No se le compara con un león y un dragón solo por diversión! El libro de Job relata lo que su poder puede hacer con el cuerpo, el hogar, las riquezas y los amigos de una persona. JESÚS llama a Satanás un ladrón que viene a "hurtar, matar y destruir" (Juan 10:10). Satanás no solo es fuerte, sino también sabio y sutil, y luchamos contra “las asechanzas del diablo”. El cristiano no puede permitirse el lujo de ignorar sus maquinaciones (2 Corintios 2:11). Algunos hombres son astutos y taimados, y “acechan para engañar” (Efesios 4:14), pero detrás de ellos está el gran engañador: Satanás. Se hace pasar por ángel de luz (2 Corintios 11:14) y busca cegar la mente de los hombres ante la verdad de la Palabra de DIOS. El hecho de que Pablo use la palabra “luchar” indica que estamos envueltos en una batalla mano a mano y no somos meros espectadores de un juego."

(Comentario de Warren Wiersbe)

Es BUENO que recordemos la realidad de nuestras circunstancias. El mundo físico que vemos y percibimos refleja una realidad espiritual que no podemos definir con nuestros sentidos (vista, olfato, oído, tacto, gusto). El aspecto espiritual es, en realidad, más permanente y profundo que el físico que percibimos. (Esta creación física se derretirá. 2 Pedro 3:12. Los seres angélicos o humanos que la habitan no lo harán). Nuestro SEÑOR nos hizo a SU imagen. “Nacemos de nuevo” en SU reino (aunque no lo percibimos). Por eso, podemos y debemos - “Por lo demás, fortalézcanse en el SEÑOR y en el poder de SU fuerza.” (Efesios 6:10). JESUCRISTO tiene el poder de vencer a Satanás mientras que “caminamos con ÉL”. ¡Debemos recordar ponernos la armadura de DIOS todos los días y orar sin cesar mientras crecemos en la gracia y el conocimiento de nuestro SEÑOR!

Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, 

sino contra principados, contra potestades, 

contra los poderes de este mundo de tinieblas, 

contra las fuerzas espirituales de maldad 

en las regiones celestes.