Salmo
119:30
He escogido el camino de la verdad; He puesto Tus ordenanzas delante
de mí.
Hoy está lleno de
decisiones. ¿Qué “hago” ahora? ¿Orar? ¿Leer la Biblia? ¿Trabajar? ¿Cómo “sé”
qué quiere DIOS con la vida que me “prestó”? El “cuerpo” que ocupo y la “vida”
que vivo no son “míos”. Yo no pedí estar aquí – existir. Mi DIOS – mi SEÑOR –
me creó. Luego – envió una parte de SÍ MISMO – SU único HIJO, a morir en
sacrificio para rescatarme de la condenación eterna que merezco. Y mi SEÑOR me
hizo “nacer de nuevo”. Un “nuevo” ser existe dentro de mí. Un ser “perfecto” –
perfeccionado por la muerte vicaria de JESUCRISTO en la cruz. Y mi SEÑOR me
pide que permita que esta “nueva” persona “viva” a través de mí. “Con CRISTO he
sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que CRISTO vive en mí; y la
vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el HIJO de DIOS, el cual
me amó y se entregó a SÍ MISMO por mí.” Gálatas 2:20
Y mi SEÑOR me
pide que viva con la incertidumbre de “qué” ÉL quiere que haga o diga a
continuación. En la incertidumbre – en la duda – LO glorifico. Momento a
momento – preguntando / buscando / orando – "¿Qué quiere mi SEÑOR que yo “sea”
(o “haga”) para ÉL?".
La duda, la
incertidumbre – LE permite a ÉL guiarme. Cuando estoy convencido de que “sé”
qué hacer y ser, es cuando mi orgullo empieza a obstaculizarme. Mi SEÑOR no “me”
necesita. ÉL quiere “vivir” a través de mí. ÉL quiere que mi incertidumbre – mi
hesitación – mi debilidad – sea SU fortaleza. Y en mi duda – mi incertidumbre –
otros me verán débil, inseguro, dudoso. Y tendrán razón. Porque mi vida ya no
me pertenece. Vivo para JESUCRISTO.
Y “escojo el
camino de la verdad”. Al aprender a
meditar en SU palabra. Al llenar mi corazón y mi mente con SUS pensamientos. Al
poner SUS ordenanzas delante de mí. Aprendo lentamente – muy lentamente – a
caminar por fe y no por vista. (2 Corintios 5:7) Y otras personas (incluidos
los cristianos) me dirán lo que debo hacer y ser. Y me someteré – si sus
peticiones no son pecaminosas. Porque mi SEÑOR es “manso y humilde de corazón.
SU yugo es suave y SUS cargas ligeras.” (Mateo 11:29-30) Anhelo servir a mi
SEÑOR. Y ÉL promete “compartir” mi vida conmigo SI decido abrir la puerta de mi
corazón e invitarLO a entrar. (Apocalipsis 3:20) Porque mi SEÑOR me ama más de
lo que puedo entender. Escojo SU camino. El camino de la verdad. Y aprendo SU
palabra para poder “escucharLO” con más claridad. Con gozo y libertad LE
ofrezco lo que ya es SUYO – mi vida. Y aprendo – poco a poco – a escoger el
camino de la verdad al estudiar, escudriñar y meditar en SU palabra.
(Interpretación moderna del Salmo 119:30)
He escogido el camino de la verdad; He puesto Tus ordenanzas delante de mí.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete