Romanos
8:22
Pues sabemos que
la creación entera
gime y sufre
hasta ahora
dolores de
parto.
Los cristianos
nacidos y criados en el hemisferio occidental – especialmente los
estadounidenses – son un excelente ejemplo de desorientación espiritual. “Sabemos”
que esta vida es temporal. No vamos a permanecer en estas “tiendas” que
llamamos cuerpos. Pablo habló de nuestra existencia en tiendas así - “Porque
mientras estamos en esta tienda gemimos agobiados, pues no queremos ser
desvestidos, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida” (2
Corintios 5:4). Y los cristianos luchan – hacen dieta, ejercicio y se preocupan
por permanecer en su “tienda” el mayor tiempo posible. Se niegan a aceptar la
realidad. Y nuestra realidad es – “SABEMOS que toda la creación gime y sufre
dolores de parto…”.
Un hermoso
amanecer es placentero. El cielo se torna gris claro, luego rosado, luego
naranja y amarillo, hasta que el sol se asoma por el horizonte. Siempre es una
experiencia placentera. Pero – al mismo tiempo – sabemos que el sol no sonríe.
El sol es un caldero hirviente, ardiente y explosivo de átomos de hidrógeno que
crean helio y otras moléculas más densas – para luego volver a dividirse. El
sol está furioso. Arde. La creación sufre. Y lo SABEMOS.
Los cristianos de
la iglesia primitiva — los primeros dos o tres siglos — consideraban el
martirio un honor. Acogieron con agrado la oportunidad de seguir a JESUCRISTO
hasta la muerte. Creían con mucha más claridad que nosotros hoy que la creación
sufre. Entendían que no estamos en “casa”. Acogieron con agrado la oportunidad
de honrar a su Salvador con sus vidas – de morir por ÉL. Y fueron quemados en
la hoguera, crucificados – sufrieron muertes dolorosas para honrar a JESUCRISTO.
No se esforzaron por permanecer aquí donde todo sufre (incluso nosotros
mismos).
La vida en la
época romana – y durante muchos siglos después – era dura. Los cristianos se
centraban en su seguridad eterna con mucha más intensidad de la que necesitamos
o ejercemos hoy. La existencia con aire acondicionado, microondas y la
comodidad de internet que “vivimos” en esta era hace que nuestra partida de
esta creación que gime sea amenazante. Los cristianos de hoy “temen” a la
muerte mucho más que en siglos pasados. Porque no participamos del “sufrimiento”
de la creación tanto como las generaciones anteriores. “Disfrutamos” de nuestra
comodidad y olvidamos “por qué” existimos.
Existimos para
la gloria de Dios – no
para nuestra comodidad. Y cuando recordamos – cuando SABEMOS – que esta
creación sufre – nuestra partida de esta vida no es tan amenazante. Entendemos
y creemos que estamos mucho mejor cuando “dejamos” esta creación. Y nuestra
comprensión – con tiempo y meditación – nos lleva a la conclusión apropiada que
Pablo formuló hace poco menos de 2000 años – “Porque para mí el vivir es Cristo
y el morir es ganancia” (Fil. 1:21).
Así que, mientras
disfrutas de tu baño caliente, tu cama cómoda, tu comida caliente – recuerda –
la creación gime. NO estamos en casa. Todavía no. Y sería prudente vivir esta
realidad. Sería sabio recordar que nuestra creciente comodidad NO es una meta
razonable en una creación que sufre. Y dedicaremos menos tiempo a nuestro
propio placer y más tiempo enfocado en JESUCRISTO. NO deberíamos estar tan
desorientados espiritualmente – tan egocéntricos. Es BUENO SABER (y recordar)
que la creación gime. Es BUENO vivir para JESUCRISTO mientras estemos en estas “tiendas”. Todos nosotros iremos a nuestro "hogar verdadero" lo suficientemente pronto.
Pues sabemos que
la creación entera
gime y sufre
hasta ahora
dolores de parto.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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