2 Corintios
10:17-18
Pero el que se gloría,
que
se gloríe en el SEÑOR.
Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo,
sino aquel a quien el SEÑOR alaba.
“Somos” un grupo
interesante. Cuando no somos salvos – queremos que todos nos vean y entiendan “quiénes”
somos y “qué” podemos lograr. Después de ser salvos – queremos mantener las
mismas metas – incluso en SU cuerpo. Queremos que nos vean predicar, enseñar y
ministrar en el nombre de DIOS. La Palabra de Dios es clara sobre “QUIÉN”
recibirá TODA la honra y TODA la gloria – sin importar cuánto deseemos recibir
atención. JESUCRISTO. Y nadie más.
Seremos sabios
aprender esta VERDAD. Seremos sabios considerar profundamente para QUIÉN
trabajamos. No hay nada en esta vida que se trate de ti o de mí. Nada. Por eso
JESUCRISTO – en SU profundo amor por nosotros – nos instruyó a “morir”. Debemos crucificar a nosotros mismos. Porque
no hay absolutamente nada que hagamos por nosotros mismos que vale. Nada.
Jamás.
Al “aceptar” esta
realidad – esta VERDAD – “aprendemos” a vivir para ÉL. Y disfrutamos nuestra
vida más profundamente que nunca. Porque
nuestro SEÑOR nos ama. Al “morir” – en realidad “vivimos”.
Vivimos para propósitos eternos. Y nuestra vida tiene más significado que
nunca.
Así que –
aprendamos a “glorificar al SEÑOR”. En
todo. Y no buscaremos que la gente nos “vea” cuando nos reunimos en SU nombre.
Simplemente buscaremos amar a SUS hijos adoptivos. Al amarlos – nos volvemos
más como Él y menos a nosotros. Y el SEÑOR aprueba a quienes aman a SUS hijos.
Porque ÉL los ama. Debemos amar a los demás con nuestras vidas – no solo con
nuestras palabras.
Pero el que se gloría,
que se gloríe en el SEÑOR.
Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo,
sino aquel a quien el SEÑOR alaba.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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