Nos Ha Concedido Todo Cuanto Concierne a La Vida y a La Piedad

2 Pedro 1:3 

Pues SU divino poder 

nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, 

mediante el verdadero conocimiento 

de AQUEL que nos llamó 

por SU gloria y excelencia.

DIOS - EL ESPÍRITU SANTO – mora / vive “en” nosotros. ÉL está ahí las 24 / 7.  ÉL ES DIOS. Y ÉL demuestra una característica de DIOS que nos cuesta comprender o aprender: ÉL ES humilde. A pesar de ser DIOS – ÉL no nos obliga a hacer lo que ÉL quiere que hagamos. En cambio – con humildad y ternura nos recuerda que "seamos santos" – porque ÉL es el ESPÍRITU SANTO. Y ÉL aguanta nuestra pecaminosidad.  24/7.  Nuestras distracciones, nuestros pensamientos, ÉL los aguanta…

FÍJATE en “cómo” Pedro – el pescador de Galilea sin preparación – lo expresó: “SU divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad...”. El ESPÍRITU SANTO ES DIOS. Si tan solo nos sometiéramos a ÉL, si entendiéramos verdaderamente que no entendemos los caminos de DIOS (Pro. 3:5-6) – si tan solo nos “arriesgáramos” a la incertidumbre del siguiente momento preguntándoLE qué hacer – ÉL tiene el poder de concedernos todo lo que pertenece a la vida y a la piedad. JESUCRISTO proclamó: “YO SOY el CAMINO, la VERDAD y la VIDA”. Nuestro DIOS creó la vida – todo lo que vemos y somos. Solo necesitamos rendirnos a ÉL y nuestra vida tendrá más sentido. Disfrutaremos más de la “vida”. Porque ÉL creó el tejido de la “vida”. En ÉL vivimos, nos movemos y existimos (Hechos 17:28). Cuando nos rendimos al el ESPÍRITU SANTO, pecamos menos. Nos volvemos más como ÉL a medida que nuestras mentes se transforman y renuevan (Romanos 12:1-2). Nos volvemos piadosos. Justos. Sin siquiera “intentarlo”. Nuestra bondad fluye de ÉL. No tomamos “decisiones” conscientes para ser buenos – simplemente “somos” buenos porque ÉL es bueno. Por SU gracia y SU guía. Esta “bondad” no proviene de nosotros mismos. Todo el mérito (crédito) es SUYO.

¿Y cómo “logramos” o “conseguimos” un mayor acceso a este “poder transformador divino”? Pedro (el pescador sin educación) da la respuesta en la misma oración (mientras que dependía de la guía del ESPÍRITU SANTO al escribir estas palabras). Nos sometemos más fácilmente y adecuadamente al ESPÍRITU SANTO a medida que crecemos en el “verdadero conocimiento de Aquel que nos llamó por SU gloria y excelencia”. Tenga en cuenta el importante adjetivo que describe el “conocimiento”. Debemos crecer en el VERDADERO conocimiento. Todos los doctorados, seminarios, comentarios, descubrimientos históricos y sus interpretaciones - son BUENOS. Pero no podemos confiar en ellos como “verdaderos”. En NINGUNO de ellos. La única VERDAD que tenemos en este mundo caído es la BIBLIA. Todo lo demás está torcido / distorsionado. Algunas doctrinas, comentarios, denominaciones y enseñanzas son más confusas que otras. El ÚNICO recurso que tenemos para “crecer” en el VERDADERO conocimiento es la BIBLIA. Todos los comentarios, doctorados, seminarios y cualquier otra cosa que la humanidad caída "crea" para demostrar con orgullo su "conocimiento" deben filtrarse a través de la palabra de DIOS. Las ideas y conceptos que no se ajusten a SU palabra deben ser rechazados / descartados (o al menos mantenidos a distancia y no creídos). Debemos CRECER en el VERDADERO CONOCIMIENTO de ÉL. Nuestro SEÑOR ha provisto misericordiosamente los "medios" para conocerLO íntimamente.  Llamamos a los "medios" la BIBLIA. La BIBLIA es una carta de amor larga y detallada escrita por DIOS y enviada a SUS hijos adoptados para que podamos CONOCERLO. Debemos leer la BIBLIA con este entendimiento. SU PALABRA es buena. Podemos confiar en SU palabra con nuestras almas eternas.

Nuestro Dios nos “llamó” – antes de crear el sol (Romanos 8:28-30). ÉL nos llamó para que “conociéramos” SU gloria y excelencia. Y un “día” – en un futuro no muy lejano – CONOCEREMOS SU gloria y excelencia – personalmente. Cara a cara. Hasta ese “día” – “crezcamos en el verdadero conocimiento de ÉL” mientras que rendimos a ÉL y a SU voluntad. Hoy – todo el día…

Pues SU divino poder 

nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, 

mediante el verdadero conocimiento 

de AQUEL que nos llamó 

por SU gloria y excelencia.