Isaías 26:4
Confíen en el Señor para siempre,
Porque en DIOS el Señor,
tenemos una
Roca eterna.
Isaías era un
hombre ocupado y cansado. DIOS lo envió para advertir a Jerusalén del juicio
que estaba a punto de caer (y que cayó) sobre SU pueblo elegido (unos 700 años
antes del nacimiento de JESUCRISTO). Isaías era muy consciente de la bendición
y el juicio prometido en Deuteronomio 28. Profetizó ambos durante su
ministerio. En medio de muchas lágrimas, familias cautivas, hogares destruidos
y circunstancias muy dolorosas – DIOS (a través de Isaías) le recuerda a SU
pueblo elegido que no ha olvidado SUS promesas a Abraham y David. ÉL completará
lo que ÉL ha prometido a Israel (la nación).
Nuestro DIOS –
YHWH del Antiguo Testamento – es un DIOS que existe fuera del “tiempo”. ÉL creó
“el tiempo”. No está limitado por nada de lo que creó. ÉL es más grande que “el
tiempo”. DIOS – YHWH – hizo promesas a Abraham (y a su descendencia) que no se
han cumplido – todavía. Nuestro DIOS – YHWH – no puede mentir. ÉL es inmutable.
ÉL no puede cambiar. ÉL cumplirá todas las promesas que hizo en SU palabra.
(Hay muchas promesas a SU Cuerpo – la iglesia – que también podemos esperar con
ansias).
En medio de la
destrucción de Jerusalén y del pueblo de Israel, DIOS hizo que Isaías declarara
promesas de esperanza futura. Durante la vida de Isaíah – ÉL castigó a Israel
por su idolatría y sus pecados. Permitió que los mataran, violaran y
capturaran. La ira de DIOS no debe tomarse a la ligera. ÉL exige santidad en SU
pueblo. Y SU ira es muy dolorosa. Pero – en medio de tanto dolor y sufrimiento –
Isaías pronunció (escribió) las palabras que hoy analizamos –“Confíen en el
Señor para siempre, porque en DIOS el Señor, tenemos una Roca eterna”.
En medio de
nuestros dolores y pruebas personales – podemos confiar en nuestro SEÑOR. ÉL ES
fiel. Podemos confiar en ÉL para siempre porque ÉL creó para siempre (nuestro
futuro). Nuestro DIOS es SEÑOR de todo. ÉL manda todo lo que es y será. Todo LE
pertenece. ÉL ha hecho promesas a SU pueblo elegido – Israel y a SUS elegidos
en la era de la "iglesia" – en las que ellos y nosotros podemos
confiar. Isaías dirigió sus profecías a los judíos de su época. Podemos tomar
las promesas y la certeza de Isaías 26:4 y aplicarlas a la iglesia porque DIOS
es constante – ÉL ES inmutable. ÉL es nuestro SEÑOR, así como el SEÑOR de los
judíos que ÉL ha elegido.
ÉL es nuestra
roca eterna. ÉL no puede ser movido. Así que – hoy – sin importar cuán incómodo
(o cómodo) te sientas – recuerda – el Paraíso que nos espera supera nuestra
imaginación. Nuestro SEÑOR es bueno. ÉL nos permite sufrir un poco por muchas
razones. Una de ellas es para que podamos apreciar y disfrutar aún más
profundamente la paz y el consuelo que tendremos cuando estemos con ÉL. Así que
– queridos hermanos y hermanas – aférrense al SEÑOR. Confíen en ÉL cuando la
vida duela. Cuando la vida no tenga sentido. Cuando quienes te rodean elijan
"ver" las cosas de otra manera. ¡Confíen hoy en la Roca eterna! ¡ÉL
es un DIOS eternamente bueno!
Confíen en el Señor para siempre,
Porque en DIOS el Señor,
tenemos una Roca eterna.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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