Santiago
1:22
Sean hacedores de la palabra
y no solamente oidores que se engañan a sí
mismos.
Santiago, el
medio hermano de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, fue clarísimo en sus instrucciones.
Tenía experiencia en “vivir” la verdad. Debemos ser “hacedores” de la Palabra
de Dios. La marca de zapatos de tenis – NIKE – creó un eslogan que debemos usar
al referirnos a la bíblica “aplicada” – "¡Simplemente HAZLO!".
Muchos
cristianos, después de años en la “iglesia”, preguntarían – Bueno, ¿qué se
supone que debo “hacer”? Nuestro SEÑOR
respondió esta pregunta en el templo el día que ÉL lo limpió (después de SU
entrada triunfal en Jerusalén – es decir, SU “tiempo” como DIOS envuelto en
carne humana en este planeta fue corto…) Unos días antes de SU muerte en la
cruz – JESUCRISTO declaró que debemos HACER esto – “Y Él le contestó - “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente. Este es el grande y
primer mandamiento. Y el segundo es
semejante a este: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. De
estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas” (Matthew
22:37-40).
Repasemos
brevemente (siguiendo el ejemplo de Santiago) el significado de estas dos
directivas. Ama al SEÑOR con todo tu corazón,
con toda tu alma y con toda tu mente… ¿Cómo
puedes amar a alguien que no conoces? Inmediatamente comenzaríamos a buscar
conversaciones con la persona a quien se nos indicó amar. Si vamos a pasar la
eternidad “con” él – queremos “conocerLE”. Y nuestro SEÑOR quiere ser conocido.
ÉL nos ha dado SU palabra con bondad y generosidad. Debemos escudriñarla,
estudiarla, meditar en ella, como si fuera una carta de amor de la “mejor
persona” que alguien haya conocido. Porque eso es exactamente lo que es la
BIBLIA. Una carta de amor de la mejor PERSONA – JESUCRISTO – que el mundo haya
conocido. Y ÉL nos llama SU novia (la iglesia). Debemos estudiar y aprender SU
palabra porque queremos saber cómo tener una relación con AQUEL que nos ama
tanto. Otra aplicación de un amor tan profundo que nos involucra a TODOS es
nuestro deseo de SER SANTOS – porque ÉL ES santo. Queremos hacer lo correcto
siempre. Nos arrepentimos más profundamente de nuestros errores. La
mortificación que experimentamos al reaccionar incorrectamente se profundiza.
Queremos SER como AQUEL a quien tanto amamos.
Ama
a tu prójimo como a ti mismo.
¿Le preguntas a tu prójimo qué puedes
hacer por él? No importa lo que piensen de ti por preguntar. ¡HAZLO! Ama a tu
prójimo como a ti mismo. Cuando hacemos cosas que no son "normales",
caminamos por fe. Pablo declaró que era un "tonto por Cristo" (1
Corintios 4:10). Lo que quiso decir es que no le importaba “cómo” lo
percibieran los demás. Vivía para amar a quienes lo rodeaban. Y nosotros
deberíamos SER iguales.
Hoy, aprende la
palabra de DIOS. Ponte a conversar con (meditar en) ÉL. SÉ santo. Y ama a quienes te rodean. No con
un "buenos días". Ámalos con tu esfuerzo. Haz cosas buenas por
quienes te rodean como lo harías por ti mismo. Al vivir estos conceptos día a
día – el ESPÍRITU SANTO nos moldea con mayor facilidad a SU imagen. Y nos
volvemos más capaces de honrar y glorificar a JESUCRISTO quien nos dio la vida
eterna en el cielo.
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete