Efesios
5:20 
Den siempre gracias por todo, 
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a
Dios, el Padre.
Nuestro SEÑOR le
encanta enseñar y que aprendamos de ÉL. ¿Cómo podemos estar tan seguros? Cuando
estemos en SU reino milenial – ÉL nos traerá a todos a Jerusalén (desde
diferentes lugares) para enseñarnos (Isaías 2:2-3). También podemos “observar”
la prioridad que DIOS le da a la “enseñanza” al “vivir” una de las
instrucciones básicas de nuestro SEÑOR para SUS elegidos –“hacer
discípulos”. Al enseñar (hacer discípulos), debemos APRENDER más sobre ÉL o no
tendremos nada que enseñar. Hay algo profundamente placentero en ayudar a otros
a “conocer” mejor a nuestro SEÑOR. Cuando JESUCRISTO nos instruye a todos a “hacer
discípulos” – LO hace porque ÉL quiere recompensar nuestra obediencia. Nos
volvemos más como ÉL – incluso al compartir nuestro “conocimiento” de Él.
También hay algo
profundamente placentero en “aprender” algo nuevo acerca de nuestro SEÑOR (al “obedecer”
el mandato de enseñar, así como sus diversas instrucciones de CONOCER SU
palabra). Al “aprender a aprender” – nos damos cuenta de que nuestras vidas
(como cristianos) no son nuestras. Se nos ha dado, soberana y amorosamente, la
grata y bondadosa oportunidad de CONOCER al DIOS vivo. Así, la vida de un
creyente obediente se convierte en una vida de aprendizaje y enseñanza.
¿Y cómo provee DIOS
conocimiento de ÉL? En todos los aspectos imaginables. Porque todo lo que
pensamos y hacemos es permitido por ÉL y para ÉL. Todo. La capacidad que tienes
para leer estas palabras y "entenderlas" es SU plan soberano y
misericordioso. Cada circunstancia que ha sucedido, sucederá en los próximos
segundos y sucederá el resto de nuestras vidas es "permitida" por
nuestro DIOS. Para que podamos aprender de ÉL. Para que podamos crecer en
nuestro conocimiento de ÉL.
Esto incluye
especialmente nuestro sufrimiento y dolor. Aumentamos la profundidad de nuestro
sufrimiento al ser egocéntricos y egoístas. Literalmente, empeoramos nuestro
sufrimiento al insistir en la falsa creencia de que la vida se trata de
nosotros mismos. A medida que nuestro amoroso SEÑOR firmemente elimina nuestro
orgullo – sufrimos. Incluso en nuestras experiencias dolorosas se nos enseña a
confiar en ÉL – SI somos enseñables.
Algunos
cristianos pasan toda su vida “estancados” en una perspectiva que no quieren “soltar”.
Creen tan firmemente que tienen razón en su egoísta manera de pensar que – no
aprenden. Como resultado, siguen sufriendo y pasando por las mismas
circunstancias (o similares) hasta que aprenden a confiar en DIOS – o salen de
sus cuerpos de polvo.  DIOS completará en
SU presencia lo que – en nuestro orgullo – no “permitimos” aquí.  Nos conviene “entenderlo” (y que seamos enseñables) antes que
salimos de estos cuerpos según 1 Corintios 3.  
Al comprender el
propósito de DIOS en nuestras vidas — SU gloria — “aprendemos” a no discutir
con ÉL sobre nuestras circunstancias. ÉL es el autor de TODAS las
circunstancias. ÉL ES DIOS. Y ÉL quiere que afrontemos todas SUS (nuestras)
circunstancias con una actitud “enseñable”. La vida no se trata de ti ni de mí.
Nunca lo será. La vida fue creada por DIOS para SU gloria. Cuando comprendemos
y creemos esto – podemos vivir la enseñanza de Pablo en Efesios 5:20, “Den
siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, a DIOS, el
PADRE”.
No hay NADA,
jamás, que tú y yo "experimentaremos" que ÉL no supiera de antemano.
Y ÉL quiere que TODO nuestro “conocimiento” de nosotros mismos y de esta vida
se oriente hacia ÉL MISMO. Porque TODO esto es para SU gloria. Todo el dolor y
la incomodidad de SUS elegidos algún día resultarán en un mayor aprecio y
respeto por ÉL y SU amor. Todo esto alcanzará SU gloria. Nuestras vidas serán
mejores hoy si permitimos que DIOS nos enseñe – todo el día – que ÉL está
obrando. Para nuestro beneficio (Romanos 8:28) y SU gloria.
Den siempre gracias por todo, 
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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