Guardar La Fe

2 Timoteo 4:7  

He peleado la buena batalla, 

he terminado la carrera, 

he guardado la fe.

Segundo Timoteo es la última carta que Pablo escribió a su “hijo” espiritual – Timoteo. Pablo quería animarlo a continuar la “lucha” de la fe. Esta carta fue escrita en el año 67 d. C.  Pablo se encontró en una celda oscura y húmeda en Roma. Tres años antes, la mitad de Roma había ardido. Nerón – el “César” del Imperio Romano – que había gobernado desde el año 54 d. C. – culpó falsamente a los cristianos del gran incendio. Poco después de escribir la Segunda carta a Timoteo – Pablo fue decapitado. En su sincera carta a Timoteo, Pablo quiso recalcar la importancia de mantener el enfoque.  Mantenga lo principal como lo principal – JESUCRISTO. 

¿Y cómo nos va en mantener el enfoque en lo principal?  ¿Cómo te “percibes” a ti mismo? ¿“Tu” vida? Haríamos bien en considerar que “nuestra” vida no nos “pertenece”. SOMOS seres creados. DIOS – el AUTOR de todo lo que vemos y SOMOS – nos creó para SU gloria. ÉL quiere que LO pongamos en primer lugar en lo que pensamos y hacemos. Cuando “vivimos” de acuerdo con esto – pronto descubriremos que la carne (la nuestra y la de quienes nos rodean) y el mundo no les gusta DIOS. La carne y el mundo quieren ser DIOS. Cuando ponemos a DIOS y SU reino primero – la pelea / lucha se pone más clara.

Ahora bien, la pregunta obvia para cada uno de nosotros: ¿Cómo va nuestra lucha? ¿Saben quienes nos “rodean” que vivimos para DIOS? ¿Tenemos el mismo propósito que Pablo? Es BUENO para nosotros tener el propósito de DIOS en nuestras vidas. Cuando vivimos para SU reino – nuestras vidas tienen más significado y gozo que cualquier otra meta que podamos elegir.

Cuando vivimos para DIOS – “pelearemos”. Hay una fuerte resistencia contra DIOS y SU palabra. Necesitamos sólo llegar a cualquier momento de esta vida con un deseo de glorificarlo y la “lucha” no tardará en surgir. Debemos “defender” lo que creemos. Defender nuestras creencias con la palabra de DIOS.  En amor. El apóstol Pedro lo expresó así – “Más bien, santifiquen a CRISTO como SEÑOR en sus corazones, siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Háganlo con mansedumbre y respeto” (1 Pedro 3:15).

El hecho de que Pablo describa su vida como una “pelea” o una “carrera” debería ayudarnos a comprender que no estamos aquí (en esta vida) para buscar nuestra propia comodidad. Cuando ponemos a DIOS en primer lugar – el antagonismo de la carne y del mundo no cesará.  Porque la carne y el mundo no quieren reconocer la VERDAD – JESUCRISTO. Y responderán. No nos “aceptarán”. Ni deberían.

“Nuestra lucha no es contra sangre y carne” (Efesios 6:12). No solo frustramos los planes de los pecadores egoístas y del mundo – sino que además hay una “batalla” espiritual a nuestro alrededor. Somos “luz” (Efesios 5:8). Nuestra presencia provoca una reacción de los ángeles caídos que odian la luz que SOMOS. Estamos en una “batalla”. Todo del día – cada día. Seríamos sabios en entender esta verdad.

Cada creyente está llamado a participar en la “buena batalla”. No debemos ser agresivamente desagradables. Debemos SER amorosamente sinceros al compartir la VERDAD — JESUCRISTO — en las circunstancias cotidianas de nuestra vida. ÉL debe estar “en el punto de nuestra lengua” (un dicho en inglés que expresa que anhelamos hablar de ÉL primero) – todo el día. Él debe ser el enfoque de nuestros pensamientos mientras transcurre el día.

Así que, queridos hermanos y hermanas – reflexionemos sobre nuestro propósito en esta vida. Nuestro propósito no es una casa más bonita ni un café más rico. Nuestro propósito es glorificar a DIOS. Si vivimos de acuerdo con este propósito – nos encontraremos en una “pelea”. Porque no estamos en “casa”. No aquí. Todavía no. Y si aceptamos esta “lucha” – si honramos a JESUCRISTO con nuestras vidas – ÉL nos honrará. A SU tiempo y a SU manera. Estamos llamados a vivir por fe. Hoy. Todo el día. Confiemos en ÉL a QUIEN no podemos ver y honrémosLO. ÉL nos ama. Y ÉL responderá a nuestra confianza en ÉL. ÉL ES hesed. ÉL es amor fiel / fidelidad amorosa.  Que cada uno de nosotros termine bien la carrera que ÉL nos ha encomendado…

He peleado la buena batalla, 

he terminado la carrera, 

he guardado la fe.