Oren, Hermanos y Hermanas, Oren

Efesios 6:18 

Con toda oración y súplica 

oren en todo tiempo 

en el Espíritu, y así, 

velen con toda perseverancia 

y súplica por todos los santos.

¿Cómo es tu vida de oración? Según este versículo, así como según 1 Tesalonicenses 5:17 (orad sin cesar) – nuestra vida de oración no debe detenerse. No debería haber un momento en el que no estemos “en oración”. Si “obedecemos” las instrucciones de la Biblia – nuestra vida de oración se convertirá en una conversación ininterrumpida con nuestro Señor.  “Percibir”emos cada circunstancia más como ÉL la ve y menos como nuestro “yo” distorsionado y pecaminoso la entendería. Reconocemos que nunca dejaremos de distorsionar la realidad, pero podemos, con la ayuda y la dependencia en el Espíritu Santo, mejorar nuestra comprensión y nuestro discernimiento. Nos beneficia aprender a obedecer. TODOS debemos orar. Todo del “tiempo”.  

Mientras que oramos – especialmente en estos tiempos de decadencia moral y creciente peligro espiritual – debemos “estar alerta” (velar). La depravación humana es cada vez más prevalente. Las personas se están volviendo aún más crueles y maliciosas.  La vida está empeorando – tanto espiritual como físicamente. Y nosotros – como hijos eternamente adoptados de DIOS – podemos “ver” estos cambios. Debemos estar más “alerta”. Debemos prestar MÁS atención a nuestros hijos (espirituales y de sangre – los dos sentidos de la palabra). Debemos alejarlos del peligro y la corrupción – en la medida de lo posible. (Pista, pista) Debemos “estar alerta”.

Con toda perseverancia. La oración debe ser incansable. No debe ser difícil. Solo estamos compartiendo nuestra existencia con Aquel que ya reside (mora) en nosotros. Solo necesitamos aprender a "conocer" a Aquel que está sentado en el trono de nuestros corazones. Y si Jesucristo no está sentado allí – necesitamos invitarLo a entrar y permitirLe quedarse - conscientemente. ÉL quiere estar allí. Solo nos pide que reconozcamos – conscientemente – nuestro deseo de "pertenecer”Le. Nuestro deseo de rendirnos a ÉL. Nuestro deseo de permitirLe ser nuestro Señor. Al hacer esto – oraremos con perseverancia. Oraremos con más frecuencia. Con el tiempo – sin cesar...

Y debemos orar por todos los santos. Debemos recordar a nuestros hermanos y hermanas en CRISTO. Debemos orar por ellos por nombre. Vivimos en tiempos difíciles. Nuestra capacidad de honrar a nuestro SEÑOR solo mejora a medida que "crecemos" en nuestra comprensión de lo difícil que son estos tiempos. Necesitamos la protección y el apoyo de nuestro SEÑOR ahora. Porque estamos rodeados por una oscuridad espiritual cada vez mayor. La humanidad actúa con menos vergüenza – cada día. Los demonios tienen más influencia sobre más gobiernos – cada día. Nuestro SEÑOR es soberano. ÉL ganará. Mientras tanto, necesitamos SU protección y guía en tiempos muy confusos. Oren, mis queridos hermanos y hermanas. Oren. Como nunca antes lo has hecho. Oren por sus hermanos y hermanas eternos en CRISTO. Necesitamos obedecer a nuestro SEÑOR.

Con toda oración y súplica 

oren en todo tiempo 

en el Espíritu, y así, 

velen con toda perseverancia 

y súplica por todos los santos.