Lamentaciones 3:22-23
Que las misericordias (hesed - amor fiel) del Señor jamás terminan,
Pues nunca fallan Sus bondades;
Son nuevas cada mañana;
¡Grande es Tu fidelidad!
Todos tenemos la
propensión a olvidar "quiénes somos". Nos despertamos por la mañana
inmediatamente anhelando "lo que queremos". En lugar de querer honrar
a Dios y buscar lo que Él quiere. No fuimos creados para obtener "lo que queremos".
Fuimos creados para honrar y glorificar a nuestro Creador. Él disfruta ser
honrado y glorificado por habernos creado. Él quiere ser la primera prioridad
de nuestros pensamientos ya que todo lo que tenemos y somos Le pertenece a Él.
Entonces, cuando nos despertamos y comenzamos a ordenar las cosas que no
tenemos y que queremos, estamos en pecado. Estamos equivocados. Cada mañana.
Cada día pasamos más tiempo preocupándonos o anhelando lo que no tenemos que
glorificando a Dios. Esto es pecado. Somos egoístas por naturaleza. Nuestra
carne exige más de nosotros de lo que somos conscientes o nos damos cuenta.
Pero es verdad. Nuestro estado natural, aunque seamos salvos para siempre, es
pecaminoso. (Rom. 8:5-8) Necesitamos “pensar” en nuestra naturaleza egoísta
(Rom. 12:1 – servicio “razonable” – “razonado”) y ofrecer nuestros cuerpos como
sacrificio vivo. Necesitamos elegir conscientemente negar nuestra carne y
permitir que el Espíritu Santo gobierne.
Lo bueno de nuestro amoroso Señor es Su “hesed”. Su fiel amor. Su
fidelidad amorosa. La palabra “hesed” está mal traducida como “misericordias”.
Si bien el amor fiel es misericordioso, es mucho más profundo y significativo
que la misericordia. Es un amor que no acepta un "no" como respuesta.
Él nunca deja de buscarnos a pesar de lo rebeldes o egoístas que seamos. Es
maravilloso experimentar Su “hesed”.
A medida que crecemos en nuestra comprensión de la fidelidad de nuestro
Señor hacia nosotros cada mañana, anhelamos ser más conscientes de Él. No
queremos ser tan egoístas, tan rebeldes como antes. Todos deberíamos
reflexionar sobre Su “hesed” que Él proporciona cada mañana. Después de meditar
en cuán amoroso y fiel es Él, debemos esforzarnos por causarLe menos dolor
permitiendo que el Espíritu Santo tenga más control sobre nuestras vidas. Le
gusta ser adorado por Su amor fiel (hesed) que nos brinda cada mañana y todo
del día.
Es interesante, mientras que crecemos en nuestro entendimiento del "hesed" de nuestro Padre celestial, disfrutamos más profundamente nuestra existencia. Entonces, hoy, vamos enfocar en lo BUENO que es nuestro Salvador y disfrutar que nunca nos soltará. En esto, podemos mantener una actitud de acción de gracias todo del día.
Favor de escribir tus comentarios o preguntas aquí. Gracias
ReplyDelete