Sirviendo al Cuerpo de Cristo

1 Pedro 4:10

Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 

Cuando “nacemos de nuevo”, recibimos dones espirituales en el mismo momento. Estos dones deben usarse para animar y bendecir a los miembros del cuerpo de Cristo donde nos reunimos. Es importante que entendamos que el Espíritu Santo quiere que ejercitemos estos dones. Tenemos oportunidades de servir al cuerpo de Cristo diariamente. Mientras servimos, colocamos “tesoros en el cielo” si nuestro servicio se ofrece bajo la dirección del Espíritu Santo. Este servicio nos “costará”. La vida de un cristiano que quiere madurar no es “fácil y cómoda”.

Unos versículos antes de este versículo (v. 1) sobre “usar nuestros dones espirituales”, Pedro afirma: “Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado.”  Es pecado ser egocéntrico y orgulloso. El servicio que debemos ofrecer a nuestros hermanos y hermanas en Cristo es más importante para Jesucristo que “nuestro consuelo” en este mundo caído. Necesitamos pensar en lo que significa usar nuestros dones espirituales y cómo usarlos. Es sabio comenzar a usar nuestros dones para el beneficio de otros en el cuerpo de Cristo hoy.