Hebreos
5:14
Pero el alimento sólido
es para los adultos,
los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados
para discernir el bien y el mal.
Sigamos creciendo,
hermanos y hermanas. Crezca en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador -
Jesucristo. El autor de Hebreos desafía a su audiencia a liberarse de sus
costumbres pecaminosas y egocéntricas y a crecer. En un mundo donde Internet,
las aplicaciones sociales y el “tontizamiento” (haciéndose más menso – “dumbing
down”) hacen que la madurez sea algo que debe evitarse, estas palabras de
exhortación y aliento se vuelven más difíciles de creer y más importantes de
considerar. Estamos rodeados de personas que se esfuerzan por hacer menos (juego
de palabras intencionado). Su “comodidad” es su prioridad. Y este egocentrismo
inherente – este narcisismo – es contagioso. Impacta a los cristianos y ni
siquiera se dan cuenta.
Los cristianos de hoy, muchos (la mayoría) de ellos, quieren vivir sus
vidas basándose en “¿qué puedo obtener?” “¿Qué gano yo con esto?” Y cuando se
les ofrece la verdad – niégate a ti mismo – y sigue a Jesucristo – la rechazan. O
– definen lo que significa específicamente para ellos negarse a sí mismos y
viven un cristianismo egocéntrico. "Me 'sacrificaré' y 'haré' esta pequeña
cosa - y como 'me costó' tanto - Jesucristo aceptará 'mi' cristianismo".
Esto no es negarse a uno mismo. Esto es manipular a Jesucristo.
Negarse a uno mismo significa exactamente eso en todos los contextos.
Para un individuo que ha “nacido de nuevo”, la vida en este mundo caído
“debería” ya no ser atractiva. No pertenecemos aquí. Somos extranjeros y
extraños en este mundo caído y debemos abstenernos de los deseos carnales que
hacen la guerra contra el alma. (1 Pedro 2:11) Y todos los días veo a los
“cristianos” correr a comprar más “cosas” como si sus “cosas” los definieran.
Las fiestas, las desviaciones, las distracciones nos impiden crecer hacia la
madurez.
Hebreos 12:11 – “Toda disciplina por el momento parece no ser
gozosa, sino triste; sin embargo, a aquellos que han sido ejercitados en él,
después les da fruto apacible de justicia.” En lugar de “sentirnos lástima de nosotros
mismos” y aprender muy poco (o nada) de las circunstancias difíciles en las que
nos encontramos, dejémonos “entrenar por estas circunstancias difíciles”.
Maduremos. Crezcamos. Y “aprenderemos” cuál es el fruto pacífico de la justicia.
No necesitamos estar rodeados de comodidad o “cosas” para disfrutar de nuestra
existencia en este mundo caído. Nuestro gozo no se basa en nuestras
circunstancias. Nunca. Es un regalo de Dios a
través del Espíritu Santo porque somos Sus hijos – para siempre. (Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio - eso es quienes somos - si crecemos en Él.)
1 Timoteo 4: 6-8 Al señalar
estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús,
nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Pero
nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más
bien disciplínate a ti mismo para la piedad. Porque
el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para
todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para
la futura.
Crezcamos en la piedad. Seamos más como nuestro Salvador y menos como
este mundo narcisista y egocéntrico. NO seamos cristianos que quieran “comprar”
cosas y asegurémonos de asistir a todas las fiestas que podamos. Estas
atracciones no durarán. Confunden la razón por la que existimos. La piedad (ser
más como Él) se convierte en una parte de nuestro carácter que mantenemos para
siempre. "Tiene promesa para la vida presente y también para la vida venidera". Seamos
piadosos. No porque podamos “elegir” lo que “piadoso” es o significa para nosotros. No podemos. Y ese
es exactamente el punto. La única esperanza que tengo de ser “piadoso” es
cuando me niego a mí mismo y permito que Jesucristo se siente en el trono de mi
corazón. Cuanto menos haya de mí, mejor para mí en esta vida y en la venidera.
Cuanto mejor Lo honro aquí, menos
quiero “cosas”, fiestas, diversiones, y más quiero servir y ayudar a los demás
como Él me sirve y ayuda a mí.
"Creceremos" si aprendemos a "morir". Hay cristianos
que han vivido la misma
vida durante los últimos veinte (o más) años. Todavía insisten en tomar leche
espiritual todos los domingos y miércoles. No es un buen lugar para estar
cuando dejemos esta vida. Sigamos adelante y busquemos a Jesucristo con todas
nuestras fuerzas, corazón y mente. HonrémosLo – todo el día – hoy.
Favor de escribir tus comentarios o preguntas aquí. Gracias.
ReplyDelete