TODO LO BUENO VIENE DEL SEÑOR - TODO

Salmos 5:12

Porque Tú, oh Señor bendices al justo, 

Como con un escudo lo rodeas de Tu favor. 

    Tú, oh Señor, bendices al justo.  (Sa. 5:12)

    Somos hechos justos por la fe.  (“Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia”.

    Romanos 4:3)

    Estábamos “muertos” en nuestras transgresiones y pecados.  (Ef. 2:1)  Algo “muerto”                  

    no puede “escoger” la justicia.  No “elegimos” a Dios.  Nadie hace el bien. (Rom. 3:11-15)

    Es el Señor quien proporciona gracia y fe.  (Ef. 2:8) "y esto no de ustedes..."  (La palabra

    "esto" abarca las ideas de gracia y fe en el versículo.  Los dos son provistos del Señor

    para que nadie se jacta.)

    Él reconcilió al mundo consigo mismo.  (2 Cor. 5:18-19) No Lo buscamos.

    Rodea a los justos con favor como con un escudo.  (Sa. 5:12)

Los puntos teológicos anteriores explican claramente y bíblicamente TODO lo BUENO comienza y termina en el Señor.  Se nos permite participar – cuando reconocemos que Lo necesitamos.  Cuando reconocemos que no hacemos el bien – incluso después de haber sido “salvos” – a menos que sea el resultado de ser guiados por el Espíritu Santo.  El ÚNICO bien que haremos en esta vida es el resultado de caminar en las “obras que Él preparó de antemano” (Ef. 2:10).  Es el resultado de depender en Él.

Nuestra “posición” como creyentes es bendecida.  Literalmente, profundamente y constantemente bendecida.  Lo único que tenemos para ofrecer a nuestro amoroso Señor son nuestros corazones corruptos y nuestra dependencia de Él.  Cuando hacemos ESTO, dependemos de Él, Él nos lleva a hacer obras aún mayores que Lo honran.

Nuestra carne (sarx – palabra griega) nunca se cansa en su deseo de ser orgullosa e independiente.  Luchamos por seguir dependiendo de Su gracia.  Luchamos con nuestro orgullo y nuestra carne mientras tratamos de “permanecer en Él”.  (Jn. 15:1-10)

El MEJOR lugar para estar “dentro” como ser humano es – “un individuo quebrantado que confía en el Señor para obtener significado (propósito) y dirección”.  NO entendemos Sus caminos.  Él es un buen Dios.  Él SABE lo que quiere que hagamos y digamos hoy.  Si tan solo confiáramos en Él.  Quiere “cubrirnos como un escudo de Su favor."