Saturday, August 31, 2024

Una Carta de Amor - Nosotros Mismos

2 Corintios 3:3
siendo manifiesto (es evidente) 
que son carta de Cristo 
redactada (cuidada) por nosotros, 
no escrita con tinta, 
sino con el Espíritu del Dios vivo; 
no en tablas de piedra, 
sino en tablas de corazones humanos.

Este versículo cubre rápidamente mucho terreno teológico.  Necesitamos mirar los conceptos que encontramos aquí y considerar “quiénes” somos y “dónde” estamos en nuestro desarrollo espiritual con base en este pequeño versículo.

Es evidente que todos ustedes ([you all - y’all] – en Texas y Alabama – una contracción funcional para los de los grandes estados de Texas y Alabama – es segunda persona del plural) son una carta de Cristo.  Entonces, “vamos a imaginar” que somos miembros de la iglesia en Corinto.  Están luchando con su identidad.  Han tenido problemas con gente pecadora, juegos políticos, falta de respeto a Jesucristo – esto suena familiar, ¿no?  En el versículo 3, Pablo declara: “Es evidente que ustedes son una carta de Cristo”.   ¿Cómo luce el cuerpo de Cristo al que asistes?  ¿Es evidente que todos son una “carta de Cristo”?  ¿Tienen ministerios en desarrollo?  ¿Están los “miembros del Cuerpo” que asistes desarrollando sus dones espirituales para el bien de los miembros de la iglesia?  ¿Han aprendido a vivir y dar por los demás y no por ellos mismos?  ¿Es evidente la “carta”?

Bien, ahora llevemos este concepto al nivel personal.  Segunda persona – singular.  .  Pablo al comienzo de este versículo reconoce la importancia de “hacer discípulos”.  Ellos (la gente de la iglesia de Corinto) son una “carta de Cristo” que fue “cuidada” por él y otros (probablemente Timoteo).  Pablo entendió la importancia de “transmitir” lo que había aprendido de Jesucristo.  Y nosotros, 2,000 años después, tenemos la misma responsabilidad.  Jesucristo, en el capítulo final (28) del libro de Mateo (inspirado por el Espíritu Santo) nos dice que “hagamos discípulos”.  En este mandato intervienen dos personas de la Trinidad.  Las palabras pertenecen a Jesucristo y el Espíritu Santo inspiró a Mateo a escribirlas.  Deberíamos prestar atención y ponernos manos a la obra.  “Haced discípulos”.

Siguiente parte de la carta.  ¿ERES una “carta de Cristo” que es “evidente”?  ¿Saben tus amigos, vecinos, familiares, asociados, compañeros de trabajo, extraños en la calle que eres una “carta de Cristo”?  ¿Cómo va tu ministerio al Cuerpo de Cristo?  ¿Ven “tus” hermanos y hermanas en Cristo “evidencia” en tus acciones de que los amas?  No con una conversación amable.  Con tus acciones.  Con tu vida.  ¿“Eres” una carta que es evidente para los de su iglesia?

Y esta carta no está escrita con tinta.  No es algo físico que tenemos que “obedecer”.  No estamos “bajo la ley”.  En su carta a los Gálatas (5:18), Pablo dijo: “Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley”.  Si tu carta de Cristo no es evidente para aquellos en tu iglesia – Si no actúas con amor hacia ellos – por favor permíteme animarte a PENSAR en lo que Jesucristo ha HECHO por nosotros.  No estamos “bajo la ley” porque ÉL aceptó el castigo requerido por la ley en nuestro lugar.  Por haber sufrido este terrible precio, Él nos pide que seamos Su carta.  Sus siervos.  Su gente.  Y cuando ENTENDAMOS esto, haremos cosas en Su cuerpo que demuestren que amamos a las personas que Él ama.  Nuestra carta será evidente porque entendemos quiénes somos en ÉL.  SU pueblo elegido y eternamente amado.

Y la “carta” que SOMOS está escrita por el Espíritu Santo.  Y el Espíritu Santo es amor porque ÉL es DIOS.  Y cuando permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, amaremos a los hermanos y hermanas en nuestro Cuerpo de Cristo.  No porque queramos que nos “vean” hacer cosas.  Sino porque ÉL nos amó primero.  Y HACEMOS cosas para demostrar que queremos honrar Jesucristo.  Entonces, déjate guiar por el Espíritu Santo y HAGA cosas por los miembros del Cuerpo de Cristo dónde estás.  Ámalos.  No sólo con una sonrisa y un saludo cordial.  Pero con hechos.  Déjales CONOCER Su amor a través de tu vida.  Sea una “carta” enviada por ÉL a ellos.  Y agradece la oportunidad de amar a las mismas personas que Él ama.  Y TODOS - el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo y tú mismo disfrutarán de tu existencia.  Sonreirás al dar lo que no es tuyo (nada nos pertenece) a quienes Él ama.  Pero al dar lo que no puedes llevar contigo, creas tesoros eternos en el cielo que nunca pueden ser quitados.  Entonces – da.  Ama a Su pueblo.  Y ponte a gozar de que nuestro Señor es tan, tan BUENO.

siendo manifiesto (es evidente) 
que son carta de Cristo 
redactada (cuidada) por nosotros, 
no escrita con tinta, 
sino con el Espíritu del Dios vivo; 
no en tablas de piedra, 
sino en tablas de corazones humanos.

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