Juan 14:27
La paz les dejo,
Mi paz les doy;
no se la doy a ustedes como el mundo la da.
No se turbe su corazón ni tenga miedo.
Paz. Paz hermosa, inmerecida y misericordiosa –
con el DIOS vivo y eternamente SANTO. NO
merecemos la paz. Somos orgullosos y
egocéntricos de la “naturaleza”. Hemos
negado y roto la “paz” que debíamos tener con nuestro Creador. PERO DIOS – en SU gran
amor y misericordia – nos
ha proporcionado paz CONSIGO MISMO
– al sacrificar a SU ÚNICO HIJO en nuestro lugar. La noche – la noche milagrosa y bendita en que Jesucristo – el HIJO de DIOS nació en la carne – la
multitud de ángeles cantó a los
pastores en el campo – “¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz
entre aquellos con quienes Él está contento! (Lu. 2:14) El Hijo de Dios nació
de una madre humana – María – para proporcionar paz con Dios. La llegada de Jesucristo a esta tierra como
ser humano inició la milagrosa e increíble realidad física de nuestra
restauración al santo, santo, santo Dios de la creación. Tenemos paz.
Su paz. ÉL ES DIOS. Y ÉL vino y fue colgado en una cruz terrible
y vergonzosa para nuestro beneficio.
Porque ÉL nos amó primero.
Él nos
“dio” esta paz. Una paz que LE costó SU
vida. Una paz que le costó a ÉL un
sufrimiento inimaginable. No es posible
que Jesucristo nos comunique lo que ÉL sufrió en la cruz por nosotros. No podemos comprenderlo. Somos seres finitos. ÉL soportó el castigo eterno – literalmente –
el peso y el dolor eterno de la separación de Dios en angustia – por CADA UNO
de nosotros – TODOS al mismo tiempo en la cruz.
No podemos comprender cómo se “sentiría” eso. (Nos molestamos cuando pasamos cinco minutos
en una situación “desagradable”). ÉL soportó el castigo justo y eterno que se
condensó en tres horas en la cruz para millones de personas a lo largo de la
historia humana a quienes ÉL eligió “salvar” (rescatar) del infierno que
(nosotros) merecemos. (Esto se llama
“expiación limitada”.)
__________________________________________________________________________
EXCURSO
La expiación limitada significa que Jesucristo
“pagó” (redimió) el precio SOLAMENTE por aquellos a quienes ÉL eligió “salvar”
(rescatar). ÉL no murió por “todos” los
que alguna vez vivieron. (Expiación
ilimitada significa que ÉL abrió una puerta al cielo para todos). SU expiación
NO podría ser ilimitada (para todos los que alguna vez han vivido). Si fuera “ilimitado” – DIOS sería injusto al
enviar a alguien al infierno eterno.
DIOS habría castigado a SU HIJO innecesariamente si Jesucristo hubiera
pagado un precio ilimitado y el PADRE todavía enviara gente al infierno. Una “expiación ilimitada” requiere
incorrectamente que DIOS acepte un doble castigo para aquellos enviados al
infierno. El Primer castigo es la muerte de Jesucristo en la cruz (con la
“posibilidad” de perdón). El segundo
castigo es seguir enviándolos al infierno.
Esto NO es aceptable para un DIOS QUE es
perfectamente justo.
POR LO TANTO – sólo una “expiación limitada” es
racional y correcta.
SÓLO aquellos que fueron “elegidos” reciben el
pago de sus pecados en la cruz.
SÓLO los “elegidos” reciben “paz” con DIOS.
__________________________________________________________________________
Y
debido a la muerte de Jesucristo en la cruz – nosotros (SUS elegidos) tenemos “paz”
con nuestro santo SEÑOR. Y nuestra “paz”
comienza en el momento en que somos “salvos”.
Tenemos “paz” con ÉL en esta vida. Y deberíamos “atesorar” esta paz
inmerecida. “Si es posible, en lo
que de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres”. (Rom. 12:8)
Debemos buscar la paz en todo lo que hacemos y somos, tanto como sea
posible. Mientras deseamos aún más
profunda y fuertemente honrar a Jesucristo.
Lo ÚNICO que debería alterar nuestra “paz” es el deseo aún más
profundo y ferviente de honrarLo. De lo
contrario, deja que gane el AMOR. Y el
AMOR busca el bienestar de los demás. No
busca lo suyo. Es paciente. (1 Cor. 13:4-7)
Cuando
sentimos la “paz” que nuestro SEÑOR nos ha dado en SU gracia,
SABEMOS que no tenemos nada que temer. ÉL ES el creador de todos y de todo lo que nos
rodea. NADA nos puede pasar que ÉL no SEPA. ÉL ES DIOS. Y ÉL nos ha dado “paz” con ÉL. Porque ÉL ES
amor. Y ÉL nos amó en la
cruz. De una manera que nunca
entenderemos – ÉL nos amó. Y ÉL nos
amó tanto que ni siquiera intenta explicar CUÁNTO sufrió. Deberíamos
saber que fue mucho MÁS de
lo que podemos comprender o soportar nosotros mismos. Y debemos responder con un profundo deseo de
honrarLO en todo lo que hacemos. Debemos
vivir hoy para JESUCRISTO. Y debemos
disfrutar, apreciar y respetar la “paz” que tenemos en ÉL.
La paz les dejo,
Mi paz les doy;
no se la doy a ustedes como el mundo la da.
No se turbe su corazón ni tenga miedo.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete