Hebreos 13:8
Jesucristo
es el
mismo
ayer
y hoy
y por los siglos.
Este
versículo, en su “contexto”, es simple y directo. El autor de Hebreos está explicando la
importancia del autocontrol, la autodisciplina y el comportamiento ético y consistente. Anima a su audiencia a luchar por la
santidad de Dios en sus vidas sin usar la palabra "santo". Haz el bien.
Sé bueno. En medio de esta
perícopa (párrafo), afirma: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los
siglos”. Jesucristo es el ejemplo
perfecto de autocontrol – comportamiento sin pecado. ÉL nunca ha cambiado y nunca lo hará. ÉL ES perfecto. ÉL ES DIOS.
Este
versículo en particular puede reflexionarse incluso más profundamente que el
“contexto” en el que se encuentra. DIOS
no puede mentir. SU palabra es verdad. Este versículo explica un atributo de
JESUCRISTO. ÉL nunca cambia. Alguna vez.
Al “considerar” esta verdad, al “reflexionar” sobre su significado,
somos atraídos a la omnisciencia de JESUCRISTO y DIOS MISMO (TRINIDAD). ÉL (ELLOS – PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO)
nunca puede(n) cambiar. ÉL (ELLOS) ES
(SON) DIOS.
Y
somos llevados a considerar / meditar en SU omnisciencia. ÉL “declaró el
fin desde el principio”. ÉL sabe
lo que le diremos a ÉL y a
los demás dentro de 1,000,000 (un millón de años). Nada LE sorprende. ÉL no
cambia. SU amor por nosotros, SU gracia
hacia nosotros, es eternamente profunda.
ÉL (DIOS) nos ama para siempre. JESUCRISTO con SU vida – con SU sangre.
Entonces,
la próxima vez que tengas un pensamiento pecaminoso, recuerda que nuestro DIOS conocía tus fracasos
antes de que ÉL creara el sol. ÉL anhela
que compartamos nuestra debilidad y egocentrismo con ÉL. ÉL quiere que seamos más consistentes en
nuestro comportamiento. ÉL quiere que
seamos SUS cartas abiertas de gracia para los demás. (2 Cor. 3) Y mostramos SU amor constante a
los demás al compartir nuestro corazón con ÉL.
Nos volvemos más como ÉL, menos como nosotros. Y JESUCRISTO no cambia. ALGUNA VEZ.
LO
veremos, algún día, cara a cara. Después
de que nos recuperemos de la presencia de SU poder, autoridad y santidad – ÉL
sonreirá. ÉL nos ama. Profundamente. ÉL ES bondadoso. SU amor por nosotros no explica el precio que
pagó para rescatarnos. La eternidad de
la condenación que ÉL pagó por cada uno de nosotros. SU amor no cambia. SU amor existía antes de que ÉL creara la
creación. ÉL no cambia. ÉL
quiere que honremos SU amor con nuestras vidas mientras estemos aquí – en este
polvo – este mundo caído. Que nos
negamos a nosotros mismos.
Entonces
– mis queridos hermanos y hermanas. Hoy
– profundiza tu comprensión de Aquel con QUIEN tienes que tratar. ÉL ES DIOS.
SU amor no cambia. ÉL no cambia. SU
disgusto por el pecado no disminuye. ÉL
quiere compartir esta vida de polvo contigo.
ÉL quiere que tu vida sea una “carta” para que cualquiera pueda leerla. Sé vulnerable. Sé humilde.
Vive para ÉL. Y tu comprensión de
SU inmutabilidad (ÉL no
cambia) se profundizará.
Jesucristo
es el mismo
ayer
y hoy
y por los siglos.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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