Tuesday, March 4, 2025

El Mismo

Hebreos 13:8
Jesucristo 
es el mismo 
ayer 
y hoy 
y por los siglos.

Este versículo, en su “contexto”, es simple y directo.  El autor de Hebreos está explicando la importancia del autocontrol, la autodisciplina y el comportamiento ético y consistente.  Anima a su audiencia a luchar por la santidad de Dios en sus vidas sin usar la palabra "santo".  Haz el bien.  Sé bueno.  En medio de esta perícopa (párrafo), afirma: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”.  Jesucristo es el ejemplo perfecto de autocontrol – comportamiento sin pecado.  ÉL nunca ha cambiado y nunca lo hará.  ÉL ES perfecto.  ÉL ES DIOS.

Este versículo en particular puede reflexionarse incluso más profundamente que el “contexto” en el que se encuentra.  DIOS no puede mentir.  SU palabra es verdad.  Este versículo explica un atributo de JESUCRISTO.  ÉL nunca cambia.  Alguna vez.  Al “considerar” esta verdad, al “reflexionar” sobre su significado, somos atraídos a la omnisciencia de JESUCRISTO y DIOS MISMO (TRINIDAD).  ÉL (ELLOS – PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO) nunca puede(n) cambiar.  ÉL (ELLOS) ES (SON) DIOS.

Y somos llevados a considerar / meditar en SU ​​omnisciencia.  ÉL declaró el fin desde el principioÉL sabe lo que le diremos a ÉL y a los demás dentro de 1,000,000 (un millón de años).  Nada LE sorprende.  ÉL no cambia.  SU amor por nosotros, SU gracia hacia nosotros, es eternamente profunda.  ÉL (DIOS) nos ama para siempre.  JESUCRISTO con SU vida con SU sangre.

Entonces, la próxima vez que tengas un pensamiento pecaminoso, recuerda que nuestro DIOS conocía tus fracasos antes de que ÉL creara el sol.  ÉL anhela que compartamos nuestra debilidad y egocentrismo con ÉL.  ÉL quiere que seamos más consistentes en nuestro comportamiento.  ÉL quiere que seamos SUS cartas abiertas de gracia para los demás.  (2 Cor. 3) Y mostramos SU amor constante a los demás al compartir nuestro corazón con ÉL.  Nos volvemos más como ÉL, menos como nosotros.  Y JESUCRISTO no cambia.  ALGUNA VEZ.

LO veremos, algún día, cara a cara.  Después de que nos recuperemos de la presencia de SU poder, autoridad y santidad – ÉL sonreirá.  ÉL nos ama.  Profundamente.  ÉL ES bondadoso.  SU amor por nosotros no explica el precio que pagó para rescatarnos.  La eternidad de la condenación que ÉL pagó por cada uno de nosotros.  SU amor no cambia.  SU amor existía antes de que ÉL creara la creación.  ÉL no cambia.  ÉL quiere que honremos SU amor con nuestras vidas mientras estemos aquí – en este polvo – este mundo caído.  Que nos negamos a nosotros mismos.

Entonces – mis queridos hermanos y hermanas.  Hoy – profundiza tu comprensión de Aquel con QUIEN tienes que tratar.  ÉL ES DIOS.  SU amor no cambia.  ÉL no cambia.  SU disgusto por el pecado no disminuye.  ÉL quiere compartir esta vida de polvo contigo.  ÉL quiere que tu vida sea una “carta” para que cualquiera pueda leerla.  Sé vulnerable.  Sé humilde.  Vive para ÉL.  Y tu comprensión de SU inmutabilidad (ÉL no cambia) se profundizará. 
Jesucristo 
es el mismo 
ayer 
y hoy 
y por los siglos.

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