Hebreos
13:16
Y no se olviden (no descuides)
ustedes de hacer
el bien y de la ayuda mutua,
porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Es
sabio dar a alguien más lo que nunca te pertenecerá para que se te forje un
tesoro eterno en el cielo. “Entendemos” esta verdad. Pero somos de carne y
hueso, egoístas y débiles. Luchamos con “la creencia errónea” de que “necesitamos
cosas”. No “necesitamos cosas”. Nos gustan MUCHO. Las amamos. Pero no “necesitamos
cosas”. Las “cosas” que amamos nunca nos pertenecerán. Nunca.
Jesucristo
pasó tres (3) años enseñando a los doce (12) discípulos cómo vivir. En Lucas
12, les instruyó con estas palabras: “Vendan sus
posesiones y den a los pobres; háganse cintos
que no se desgasten, un tesoro inagotable en el cielo, donde no llega ladrón ni polilla destruye” (v. 33).
Somos “sabios” cuando tomamos lo que nunca nos pertenecerá – dinero, comida,
ropa, cualquier cosa que “poseamos”, y lo damos para beneficiar a otros. En la
perícopa (pasaje) de Hebreos 13, el enfoque está en dar a los hermanos y
hermanas en Cristo. Se nos instruye a amar a Su pueblo elegido.
Así
que hoy, sin importar cuán “ocupado” estés o “cuánto” necesites para conservar
lo que has “ganado” – dáselo. Dale a alguien en tu cuerpo de Cristo. Dale con
un corazón lleno. Quebrantado. Da mientras que reconoces, con vergüenza, que no
debería ser tan difícil. Da mientras “observas” cómo tu corazón egoísta es
aplastado por SU amor eterno. Porque con tales sacrificios, Dios se agrada.
Y Él recordará lo que hiciste dentro de mil años. Y tú también lo recordarás.
Cuando veas el tesoro que Él te da por confiar y obedecerLo – hoy.
Y no se olviden (no descuides)
ustedes de hacer el bien y de la ayuda mutua,
porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete