Proverbios
19:25
El temor al hombre es un lazo,
Pero el que confía en el Señor estará seguro.
¿Eres una persona
sincera? ¿Declaras lo que crees? ¿Eres transparente? Todos tenemos vestigios de
hipocresía en nuestras vidas. Todos queremos conservar ciertas creencias que
erróneamente consideramos correctas, cuando – ante Jesucristo – son erróneas.
Estas creencias hipócritas deberían desaparecer con “el paso del tiempo” – a
medida que crecemos en el conocimiento de Jesucristo y Su palabra. Debemos
convertirnos en personas de carácter – de integridad. Nuestro comportamiento
debe reflejar fielmente lo que decimos los domingos – en la iglesia. El
ESPÍRITU SANTO que reside en nosotros siempre está ahí – suavemente reprendiéndonos
y recordándonos – con paciencia – “Sé
más como Él – menos como tú mismo”.
Gran parte de
nuestra confusión se debe a nuestro deseo egoísta / orgulloso de ser aceptados
por “la gente”. No hablamos de AQUEL que creó todo cuando “andamos” en nuestra
vida diaria – trabajo / escuela / descanso en casa. Preferimos ser “aceptados”
por quienes nos rodean (las mismas personas que JESUCRISTO creó). Al permitir
que la incertidumbre y la vergüenza dicten nuestro comportamiento – tememos las
opiniones de los demás. No queremos evangelizar. No queremos animar ni
discipular a los creyentes. Nos preocupa que nos perciban como “fanáticos”. Nos
preocupa más su percepción de nosotros que nuestro amor por el SEÑOR. Y es
precisamente esto lo que ofende y hiere a JESUCRISTO.
ÉL dio SU vida.
Derramó SU perfecta y santa (¿puedo decir – "sangre mezclada con la
deidad"? probablemente no – pero la metáfora lo deja claro – SU deidad no
se "mezcló" con SU cuerpo físico. Jesucristo era 100% DIOS y 100%
hombre – pero no "mezclado" – SU cuerpo físico murió – SU deidad
jamás podría) para que pudiéramos estar con ÉL para siempre. ÉL cargó la
"vergüenza" de la cruz por nosotros. Y debemos pensar en ÉL y hablar
de ÉL con pasión y constancia. ÉL ofrece la eternidad a quienes ÉL eligió. No
sabemos quiénes son – así que LO compartimos con todos – todo el tiempo. Lo
hacemos – si no tememos a la gente.
Cuando percibimos
la vida desde nuestra "carne" – no nos arriesgamos a ofender a los
demás. Preferimos herir a nuestro SEÑOR y SALVADOR – a quien no podemos ver. LO
hacemos esperar. Y perdemos nuestros "tesoros en el cielo" por ser
hipócritas. "Creemos" en nuestro corazón, pero actuamos como gente
del "mundo". Esto no debería ser así. Una vez que soltamos nuestra
"carnalidad", disfrutamos hablando del SEÑOR en cualquier lugar. NO
hay un tema más importante – jamás. Ningún tema tiene más consecuencias para
todos. ÉL es la pregunta eterna que se nos presenta en este mundo caído. Todo
lo demás – todo – dentro de 100 años – será (y ha sido) insignificante. Sin
importancia. Vanidad.
Y quienes "escogen"
confiar en ÉL todo el día estarán seguros / exaltados. En esta vida – seguros
en el conocimiento de que el SEÑOR tiene cada segundo bajo SU control. Al
hablar de ÉL constantemente, nos hacemos más conscientes de SU presencia. Y
aprendemos que ÉL es fiel. ÉL es digno de nuestra completa confianza. Esta
creación LE pertenece. Y a SU tiempo – seremos exaltados. ÉL recompensará
nuestra fe en ÉL. A SU tiempo. Así que – hoy – mis queridos hermanos y hermanas
– a lo largo del día – hoy – tienen una decisión cada segundo de
"hoy" – ¿honrarán a JESUCRISTO y hablarán de ÉL? ¿O les preocupará
cómo los demás los "ven"? Es bueno honrar a nuestro SEÑOR con
nuestras vidas. Todo del día...
El temor al hombre es un lazo,
Pero el que confía en el Señor estará seguro.
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