Salmos 91:1
El que habita al amparo del Altísimo
Morará a la sombra del Omnipotente.
El que mora…
¿Cómo va tu “morada”? No “moramos” mucho en esta vida – en ningún sitio.
Necesitamos la distracción constante de más información, más movimiento en la
pantalla del móvil, más colores, más “ruido”… Y no aprendemos a “morar”.
Imagina cómo sería ser un niño hoy… (Algunos de nosotros necesitamos mucha
imaginación…). No se les enseña a “aprender” conceptos difíciles. Se
dedican a hablar de orientación sexual y de si un niño siempre es niño o si una
niña puede sentirse como un niño hoy… ¿Pueden estos pequeños realmente “morar”
en un pensamiento – en un concepto? La autodisciplina no se exige a menudo en
las escuelas (públicas y privadas) hoy en día. Los niños no pueden “pensar” en
temas. No saben “morar”. Y la vida se vuelve más confusa a medida que estos
pequeños crecen. Para ellos y para nosotros…
Pero – “El que
mora…” El que elige pensar en / meditar / considerar / reflexionar sobre DIOS.
Nuestro SEÑOR – nuestro DIOS es refugio. ÉL creó todo lo que nos rodea. Los
padres que realmente “moran” en SU refugio enseñarán a sus hijos a “morar” en ÉL. Primero – con su ejemplo. Segundo – con sus
conversaciones… Quien “mora” se mantiene enfocado a medida que las
circunstancias cambian. Esta persona señala “cómo” el DIOS en quien “mora” está involucrado en los detalles de las vidas con las
que interactúa. Una persona que “mora” es una persona que tiene
una perspectiva “espiritual” de la vida. Todo lo que le sucede y a su alrededor
tiene a DIOS obrando en cada detalle. Y una persona que “mora” señala esto a
las personas con las que está.
"El que habita al amparo
del Altísimo." Nuestro DIOS creó a todos y todo lo que vemos y somos. Quien
percibe esta realidad en cada aspecto de la vida estará al tanto de lo que DIOS
hace. Y DIOS responde a quienes LO aprecian y LO honran. ¡ÉL es un DIOS BUENO!
Y ÉL aprecia nuestra alabanza en todo momento. Es bueno que “habitemos” (moramos) en SU
refugio.
Cuando estamos “en”
la sombra de DIOS – estamos bajo ÉL. ÉL es nuestro protector y consuelo. Y ÉL
disfruta amando a SUS hijos que se ponen bajo SU cuidado. ÉL disfruta de la
sumisión. ÉL es un DIOS humilde. Santo. Omnisciente. Omnipresente. Sin embargo –
humilde. Y ÉL responde a nuestro deseo de ponernos bajo SU sombra. ÉL protege a
quienes moran bajo SU refugio. Todos los que comprenden que esta vida es mucho
más fuerte y poderosa que ellos mismos. ÉL protege a los humildes.
Seríamos muy
sabios si aprendiéramos a morar. Morar en SU refugio. Nos volvemos sabios
cuando nuestro orgullo es aplastado. Nos volvemos sabios al temer a DIOS y
buscar SU refugio. DIOS requiere humildad para entrar “en” SU refugio. ÉL
proveerá consuelo – en SUS términos. Necesitamos ponernos bajo ÉL para estar “en”
SU sombra. Necesitamos permitirLE SER DIOS. Y ÉL se manifestará. ÉL es fiel. ÉL
nos ama mucho. Somos nosotros quienes creamos la distancia y la incomodidad
porque no queremos habitar “en” ÉL. Somos nosotros quienes creamos el mismo
dolor que tanto nos disgusta. Porque no queremos ceder ante DIOS ni ante nadie
más. Permítanme animarlos a buscarLO a ÉL y el refugio que ÉL promete. Para
recibir SU refugio, necesitamos “morar” en ÉL mientras nos ponemos bajo SU
cuidado amoroso. ÉL ES un buen DIOS.
El que habita al amparo del Altísimo Morará a la sombra del Omnipotente.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete