¿Cuán Profundo Es Tu Amor?

Hechos 20:24 

Pero en ninguna manera 

estimo mi vida como valiosa para mí mismo, 

a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del SEÑOR JESÚS, 

para dar testimonio solemnemente 

del evangelio de la gracia de DIOS.

¿Cuán Profundo Es Tu Amor? (How Deep Is Your Love) Esta es una excelente canción escrita en 1977 y cantada por los BeeGees. Barry Gibb (uno de los tres hermanos que formaron los BeeGees) la escribió para expresar lo que sentía por la "mujer" especial de su vida. Es una hermosa canción que intenta definir los sentimientos humanos con palabras humanas. La pregunta que plantea merece una reflexión espiritual. ¿Cuán profundo es tu amor? ¿Cuánto has considerado “quién” eres?

El amor de Pablo por nuestro SEÑOR era profundo. Pablo “consideró” QUIÉN era y su lugar en esta creación. Seríamos más “sabios” si HICIÉRAMOS lo mismo. TODOS somos seres creados. Nuestro CREADOR nos ha dado instrucciones claras sobre “cómo” ÉL quiere que vivamos. Debemos – “buscar primeramente el reino de DIOS”. A medida que crecemos en nuestra “profundidad del amor por JESUCRISTO” – nuestra definición de nosotros mismos cambia. No existimos para acumular cosas. No existimos para nuestra propia comodidad o placer. EXISTIMOS para honrar a DIOS. A medida que crecemos en claridad de propósito – nuestras vidas cambian. A medida que “crecemos en la gracia y el conocimiento de JESUCRISTO” (2 Pedro 3:18) – nos volvemos más como ÉL.

Buscamos servir y amar a los demás mientras que compartimos el amor de CRISTO con quienes conocemos. Nos centramos en los demás en lugar de que seamos egocéntricos. Porque así es nuestro SEÑOR. El concepto se llama ágape. Ágape es la palabra griega que Pablo adoptó (lingüísticamente) para significar amor inmerecido, centrado en el otro. Ágape ama a la otra persona cuando es un amor inmerecido. El amor ágape es el amor que JESUCRISTO vivió cuando se encarnó, caminó por la tierra y murió en la cruz. ÉL, siendo DIOS, nos amó mientras pecábamos contra ÉL.

Y es este amor “ágape” el que nuestro SEÑOR y SALVADOR nos pide que imitemos. ÉL nos instruyó a “tomar nuestra cruz cada día y seguirlo” (Lucas 9:23). El amor ágape es más profundo (y más costoso) que el amor que Barry Gibb expresó en la canción exitosa de 1977, "¿Cuán Profundo Es Tu Amor?". El amor de Barry seguía siendo egocéntrico – "¿qué hay en esta relación para mí?" tipo de amor. El amor ágape no reconoce el “yo”. El amor ágape requiere que quien lo experimente “muera”. El amor ágape es verdaderamente “desinteresado”. Por lo tanto – "toma tu cruz". Muere.

Y Pablo – cuando se dirigía a Jerusalén en Hechos 20, no sabía qué le iba a suceder. Él "sabía" -proféticamente- que le aguardaban cadenas y castigo en su ministerio (Hechos 20:23). Pablo explicó a los ancianos (líderes) de la iglesia en Éfeso (Hechos 20:17) que seguiría la dirección del ESPÍRITU SANTO – sin importar el costo. El amor de Pablo por nuestro SEÑOR era mayor que su preocupación por sí mismo. Pablo comprendió lo que significaba conocer a nuestro CREADOR. Pablo comprendió la fe al caminar por esta vida caída. Y Pablo vivió sus "creencias". La iglesia no era un “ejercicio” espiritual. La fe era una forma de vida. Y el amor de Pablo era tan profundo como el amor podía llegar.  Era más profundo que su amor por su propia vida. Pablo anhelaba honrar a JESUCRISTO.

Hoy honramos a JESUCRISTO cuando vivimos para ÉL. Cuando ÉL define “quiénes” somos. El amor de CRISTO nos constriñe (2 Corintios 5:14). Deseamos “vivir para ÉL” MÁS que vivir en esta vida caída. Porque hemos considerado (reflexionado) sobre QUIÉNES somos. Y entendemos que JESUCRISTO es AQUEL en QUIEN vivimos, nos movemos y existimos (Hechos 17:28). Y cuando CREEMOS en esta declaración – JESUCRISTO es más importante que nuestra propia vida. Porque ÉL es su dueño – literalmente. Y somos libres para vivir para ÉL. Has considerado - ¿cuán profundo es tu amor?

Pero en ninguna manera 

estimo mi vida como valiosa para mí mismo, 

a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del SEÑOR JESÚS, 

para dar testimonio solemnemente 

del evangelio de la gracia de DIOS.