Salmo 105:1
Den gracias al Señor, invoquen Su nombre;
Den a conocer Sus obras entre
los pueblos.
El Salmo 105 se
dirige a la nación de Israel – la “nación” elegida de Dios. El primer versículo
instruye a la nación judía a dar gracias al Señor, invocarLO y dar a conocer SUS
obras. El Salmo luego describe la historia de Israel desde Abraham hasta el
éxodo. La historia de cómo el Señor viviente demostró SU poder y autoridad
sobre el mundo conocido en aquel entonces. Es bueno que los cristianos
recordemos las obras que ÉL ha realizado entre los pueblos. Es bueno que
conozcamos en detalle la “historia” de SU pueblo elegido – Israel.
Porque ÉL no ha
terminado SUS obras con ellos. El libro del Apocalipsis enumera las doce tribus
y explica que DIOS enviará a 12,000 de cada tribu para ser SUS testigos durante
la Tribulación. El Antiguo Testamento y el Apocalipsis contienen muchas
promesas a Israel que aún no se han cumplido. Nuestro DIOS no ha terminado con SU
pueblo elegido – Israel.
Sin embargo, el
Salmo 105 tiene otra aplicación para los escogidos de esta dispensación – la
iglesia. Es bueno que recordemos las obras que DIOS ha realizado. Las hizo para
ser reconocido, exaltado y recordado. ÉL es bueno. ÉL es todopoderoso. ÉL es el
único y verdadero DIOS. Y ÉL quiere que nosotros, SUS escogidos en la era de la
"iglesia", conozcamos SUS obras. Las obras que ÉL hizo por SU pueblo,
Israel, deben ser conocidas, apreciadas, respetadas y creídas. Las hizo por
muchas razones. Una de ellas es para que nosotros, los gentiles, pudiéramos
entender más claramente, hoy, a AQUEL con quien tenemos que tratar. ÉL es
santo. ÉL es poderoso. ÉL levanta reyes y los derriba porque así lo decide. ÉL
ES DIOS.
Y las obras que ÉL
hace en nuestras vidas deben ser recordadas. SU gracia, SU amor, SU protección,
SU provisión de las "cosas" que necesitamos, así como muchos de
nuestros "deseos". ÉL es amor. Debemos dar a conocer SU bondad y amor
entre los pueblos. También debemos recordar a todos a nuestro alrededor SU
santidad. En esta cultura estadounidense, todos (incluidos los cristianos)
quieren hablar de amor y sensibilidad. Sin embargo, el DIOS de Israel y la
iglesia ES santo. SUS requisitos para entrar al cielo nunca cambian. ÉL exige
justicia perfecta. La ÚNICA manera en que podemos SER perfectamente justos es
si esta perfección es "imputada" (colocada EN nosotros). Esto es
exactamente lo que JESUCRISTO hizo por SUS elegidos en la cruz. ÉL nos hizo
perfectamente justos. Y debemos dar a conocer esta increíble obra a todos los
pecadores "sensibles" que van al infierno. ÉL es el camino, la verdad
y la vida, y nadie entra al cielo sino por ÉL. Por esta misma razón, nuestra
alabanza a ÉL en esta vida y por siempre nunca tendrá fin. Amén.
Den gracias al Señor, invoquen Su nombre;
Den a conocer Sus obras entre los pueblos.
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