Isaías 12:2
“Dios es mi salvación,
Confiaré y no
temeré;
Porque mi fortaleza y mi canción es el Señor Dios,
Él ha venido a ser mi salvación”.
En el devocional
de ayer, reflexionamos sobre la fidelidad de Dios que se encuentra en Isaías
12:1. Dios declaró que bendeciría a Israel. “En aquel día (el reinado milenial
de Jesucristo), dirás 'te doy gracias'” (Isaías 12:1). Y así, SERÁ.
Nuestro Señor ES hesed.
ÉL ES amor fiel.
No puede cambiar lo que ÉL declaró.
Tiene que suceder.
Y quienes
entendemos estas sencillas verdades acerca de nuestro SEÑOR DIOS podemos vivir
más fácilmente el versículo 2 (aunque está dirigido a Israel). Porque nuestro
SEÑOR DIOS es la “salvación” para quienes creen – judíos y gentiles. ÉL ES
nuestra salvación. Todos los demás seres humanos (la gran
mayoría) serán arrojados a un lago de fuego cuando termine el reinado milenial
de Jesucristo. Y quienes, por SU gracia, creemos en ÉL, somos “salvados” de
este momento eternamente terrible. “DIOS ES mi salvación”.
El segundo
pensamiento de Isaías 12:2 requiere crecimiento de nuestra parte. Decimos que
"creemos". Pero – en realidad – no "vivimos" como tal.
Seguimos viviendo como si nuestro bienestar dependiera de nosotros. Perseguimos
el dinero. Permitimos que el "mundo" influya en nuestros hijos y
familias mucho más que la sabiduría. Por lo tanto – el segundo pensamiento de
este versículo está reservado para quienes desean "crecer" en la fe.
“Confiaré y
no temeré”. Conozco a muchos cristianos que tienen miedo por
diversas razones. Cualquier razón por la que tengamos miedo es una razón para
preguntarnos – “¿Por qué no confío en el Señor Dios en este asunto?”. Porque
quien confía en el Creador no tiene por qué temer ninguna situación. “Si Dios
está por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). Y para algunos –
esta es la verdad. La VIVIMOS. CONFIAMOS en DIOS más que en nosotros mismos. Nos esforzamos por honrarLo a ÉL y no a
nosotros mismos. El resultado de honrar a DIOS y confiar en ÉL es no tener
miedo. No preocuparnos por nuestras circunstancias. “Confiaré y no
temeré”.
“Porque mi
fortaleza y mi canción ES el SEÑOR
DIOS”. Cuando verdaderamente confiamos en el SEÑOR DIOS – “encontramos” nuestra fuerza en ÉL – no en nosotros mismos. ÉL ES la razón por la que HACEMOS lo que HACEMOS. ÉL ES nuestra fuerza. Como resultado de SER nuestra
fuerza – LE cantamos. ÉL ES nuestra canción. Aprendemos a definirnos a nosotros mismos y a esta vida en ÉL. Existimos en SU creación. Cuanto más profunda sea nuestra comprensión de esta VERDAD – más LE cantamos.
“Y ÉL ha venido a ser mi salvación.”
Isaías – guiado por el ESPÍRITU SANTO – usa una interesante elección de
palabras (ha venido - en hebreo). A medida que crecemos en
nuestra confianza en ÉL – DIOS se ofrece ser nuestra salvación
en cada momento. Somos eternamente salvos al confiar en ÉL. “Abraham creyó, y le fue contado por justicia” (Santiago 2:23). A medida
que nuestra confianza en nuestro SEÑOR DIOS se profundiza – ÉL se convierte en nuestra salvación en cada
momento. ÉL está ahí – proveyendo en cada momento. ÉL se convierte en nuestra
salvación en cada detalle – en cada circunstancia. Porque SABEMOS que ÉL es hesed. ÉL ES amor fiel. ÉL ES DIOS. Y CONFIAMOS
EN ÉL.
“Dios es mi salvación,
Confiaré y no temeré;
Porque mi fortaleza y mi canción es el Señor Dios,
Él ha venido a ser mi salvación”.
Favor de escribir tus comentarios o preguntas aquí. Gracias.
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