Padres Sabios

Proverbios 23:24

Y El padre del justo se regocijará en gran manera, 

Y el que engendra un sabio se alegrará en él. 

Es BUENO criar hijos que reflexionen sobre el Señor y Sus caminos.  A medida que creces y observas a tus hijos “hacer” la vida con integridad, sientes un agradecimiento indescriptible hacia Jesucristo por Su gracia y guía sobre tus hijos.

Pero, como casi todo en esta vida, nuestro Señor nos permite “compartir” oportunidades con Él.  Es un Dios muy generoso y amoroso.  Se nos da la oportunidad y la responsabilidad de “criar” a los niños de manera piadosa.  Nadie es perfecto en esta tarea.  Pero deberíamos convertirlo en una de las mayores prioridades que tenemos en esta vida.  La perspectiva de nuestros hijos debe estar llena de conversaciones incesantes sobre lo que el Señor está haciendo en cada circunstancia de sus vidas.  Se les debe “entrenar” para percibir la vida con “ojos espirituales”.  “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne…” (Efesios 6:12) “En cuanto a mí y mi casa, serviremos al Señor”.  (Jos. 24:15) Instruye al niño en su camino… (Pro. 22:6).  Estas Escrituras deben estar en refrigeradores, espejos, paredes – recordatorios para todos en nuestras familias de “quiénes” somos.  Si realmente amas a alguien, su eternidad será más importante para ti que su próxima comida.  Literalmente.  Para siempre es más importante que la comida y la ropa.  Y nuestros hijos necesitan “vivir” esta experiencia – día tras día – momento a momento.  Cada conversación – tarde o temprano – termina en el ejercicio de comprender lo que “Dios está haciendo entre nosotros” – todos los días.

Estamos a punto de celebrar el Día del Padre en Estados Unidos.  Ningún padre terrenal levantó su mano en el cielo y le dijo a nuestro Padre celestial – “Quiero ser padre”.  Es por Su gracia que tenemos hijos.  Necesitamos Su gracia mientras nos esforzamos por ser los mejores padres que podamos ser.  Mientras damos al desarrollo de nuestros hijos (espiritual, intelectual, físico) una prioridad más alta que la nuestra.  Mientras “los instruimos en los caminos de nuestro Creador".

En estos tiempos de bancarrota inmoral, necesitamos más familias bíblicas.  Más niños que conocen las palabras del Señor.  No porque exijamos airadamente que conozcan Su palabra.  Más bien porque entendemos – claramente y profundamente – que no hay nada más en esta vida que sea más importante que conocerLo y seguirLo.             Nada.