Brillemos

Mateo 5:14

Ustedes son la luz del mundo. 

Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar;

Nosotros – tú y yo – somos la “luz del mundo”.  Si no compartimos a Jesucristo y Su gloriosa salvación con aquellos que encontramos en las calles – o en cualquier contexto de esta vida – nunca sabrán de Él.  “Brillamos” espiritualmente cuando mencionamos Su nombre o damos nuestro testimonio de Su fidelidad y amor.  ÉL nos transformó.  ÉL nos hizo “nacer de nuevo”.  Y debemos compartir Su amor y gracia TODO el “tiempo” que estemos aquí – en esta vida perdida y egoísta.  La oscuridad del pecado continúa creciendo y profundizándose.  Este hecho debería motivarnos a “brillar” aún más.

La Biblia dice claramente que la palabra de Dios es una “lámpara” a nuestros pies y una luz a nuestro camino.  (Sal. 119:105) A medida que estudiamos Su palabra, nuestros corazones y mentes se llenan de Su presencia – Su luz.  Y la vida se vuelve más clara.  Entendemos más claramente que nuestro propósito es “brillar” para Jesucristo.  Tenemos más oportunidades (tiempo) para “brillar” de lunes a sábado que durante unas horas el domingo.  Deberíamos “brillar” todo el tiempo.  Hemos sido “salvados” de una eternidad en el infierno – separados de DIOS – quien tanto nos ama.  Este hecho – que pasaremos para siempre en Su presencia – debería ser toda la comprensión y motivación que necesitamos para hablar de Su amor y bondad TODO el “tiempo”.  Para siempre es mucho más largo y mucho más importante que cualquier otra cosa que logremos en esta vida.  Debemos “brillar” por Jesucristo – constantemente.

A medida que “brillemos” más y más – otros hermanos y hermanas en nuestro cuerpo local de Cristo comprenderán mejor la razón por la que han sido “salvos”.  Son “salvos” para honrar a Jesucristo – tanto aquí como en el cielo.  LO honraremos, adoraremos y serviremos eternamente.  Es BUENO para nosotros comenzar estas prácticas (honor, adoración y servicio) en esta vida.  Entonces – ponte “brillar” para Jesucristo hoy.  Todo el día…

Ustedes son la luz del mundo. 

Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar;