Sunday, September 7, 2025

JESUCRISTO ES La Prioridad

Colosenses 1:28 
A ÉL nosotros proclamamos, 
amonestando a todos los hombres, 
y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, 
a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en CRISTO.

En la introducción de su carta a la iglesia de Colosas, Pablo se centra en la salvación eterna que JESUCRISTO logró para todos los creyentes en la cruz.  Pablo explica que no hay nada en esta vida más importante que JESUCRISTO. ÉL es antes a todas las cosas, y en ÉL todas las cosas sostienen (v. 17). En su introducción – los versículos 17 - 20 son una descripción extendida de la importancia de JESUCRISTO en SU creación.  ÉL ES primordial.  

Como resultado de esta verdad verdadera — no hay nada más importante que nuestro SEÑOR — “LE proclamamos”. Y así debe ser. Si existe algo de suma importancia – algún tema que exige la atención de todos – en todas partes – este tema debe ser proclamado a toda hora – todos los días. En esta vida caída no hay tema más importante que JESUCRISTO. Y DEBEMOS proclamarLO a toda hora – todos los días. Vivimos y nos movemos y existimos EN ÉL – EN SU creación. Todo lo que vemos y hacemos se ve y se hace “EN” ÉL. No hay tema más importante para nadie – en ningún lugar.

A medida que “aprendemos” a percibir y comprender que todo en esta “vida” se basa en la supremacía de JESUCRISTO – comenzamos a amonestar a la gente. La gente NO entiende naturalmente QUIÉN es la PERSONA más importante en esta vida. NO entienden cuál debería ser su prioridad. Y Pablo nos anima a vivir como él lo hizo - “Amonestar a todo hombre…”.

Amonestar - νουθετέω noutheteō - Describe un efecto sobre la voluntad y la disposición, y presupone una oposición que debe superarse. Busca corregir la mente, corregir lo que está mal y mejorar la actitud espiritual.

JESUCRISTO es la PERSONA que sostiene todo lo que vemos y somos. No podemos ver nada ni a nadie que no dependa completamente de ÉL. Y debido a nuestra comprensión de esta realidad – "amonestamos". Advertimos a los no creyentes de la certeza de su perdición si no LO conocen. (Si bien entendemos que es por SU gracia – si es que alguna vez lo entienden). Pero les amonestamos de la certeza del infierno – porque nuestro SEÑOR nos lo ha instruido. Amonestamos a los no creyentes. También amonestamos a los creyentes. No hay nada ni nadie más importante que JESUCRISTO. ÉL es más importante que nuestras familias, que nuestras posesiones – ÉL es nuestra máxima prioridad. ÉL es el primero. Y nos aseguramos de que nuestras familias y hermanos en la iglesia comprendan esta verdad. Amonestamos. Explicamos. Instruimos. Advertimos a otros sobre la prioridad más importante – Jesucristo. Y los animamos a todos a mantener al PRIMERO – PRIMERO. Debemos organizar nuestras vidas alrededor de ÉL. Amonestamos

Y enseñamos. Aprendemos que la Biblia es la palabra inerrante y perfecta de DIOS para la humanidad. Aprendemos a confiar nuestra vida eterna a SU palabra. Y estudiamos para enseñar con mayor eficacia. Aprendemos a definir palabras basándonos en los idiomas originales para entender cómo los traductores llegaron a la(s) palabra(s) que usaron para explicar el concepto que leemos en la Biblia. Aprendemos y estudiamos para enseñar. Y enseñamos. Hacemos discípulos. Porque nuestro SEÑOR nos lo ordenó (Mateo 28:19-20).

Enseñamos con toda sabiduría. Al aprender la palabra de Dios – comenzamos a comprender que DIOS tiene una teología sistemática en toda SU palabra. Aprendemos que las ideas y conceptos enseñados en Génesis no pueden contradecir las verdades que se encuentran en Apocalipsis. Aprendemos a aplicar estas verdades consistentes a nosotros mismos. Y poco a poco nos volvemos sabios. Enseñamos con toda sabiduría.

Y “el propósito de nuestra instrucción es el amor nacido de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera” (1 Timoteo 1:5). Aprendemos que obedecer la palabra de DIOS nos moldea. La palabra de DIOS es viva. Nos transforma. Y aprendemos a amar – porque ÉL nos amó primero. Y “instruimos” a otros a amar.  Porque nuestros corazones han sido purificados. Tenemos una buena conciencia porque ya no vivimos para nosotros mismos – vivimos para JESUCRISTO. Nuestra fe es sincera. Y nuestra sinceridad proporciona la “confianza” necesaria para que otros deseen ser enseñados. Otros creyentes aprenden de nosotros a medida que ÉL nos moldea. Y todo es para SU gloria. Todo lo que vemos y somos pertenece a JESUCRISTO. Somos “piedras vivas” – edificando sobre SU fundación. Y anhelamos que cada creyente sea presentado como “completo (perfecto)” – para que nuestro SEÑOR les diga – “Bien hecho, mi buen siervo y fiel” (Mateo 25) – cuando dejen esta vida confusa.

Los creyentes debemos ser personas con prioridades claras - como Pablo. No hay nada ni nadie más importante que JESUCRISTO – en cualquier lugar y en cualquier momento. ÉL es la razón de todo lo que vemos y somos. Y debemos compartir esta verdad – esta realidad – en todo momento. Mientras que crecemos “en” ÉL estudiando y aplicando SU palabra y compartiéndoLE constantemente.
A ÉL nosotros proclamamos, 
amonestando a todos los hombres, 
y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, 
a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en CRISTO.

1 comment:

Jamás Me Olvidaré

Salmos 119:93  Jamás me olvidaré de Tus preceptos,  Porque por ellos me has vivificado. Es BUENO confiar en la palabra de DIOS. SU palabra e...