Dejando La Vida Vieja / Negar Uno Mismo

Filipenses 3:13-14

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. 

Pero una cosa hago: 

olvidando lo que queda atrás y 

extendiéndome a lo que está por delante, 

prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento 

de Dios en Cristo Jesús.

¿Cómo “olvidamos lo que queda atrás”? Obviamente, no podemos si no tenemos nueva información para reemplazar lo que hay “detrás”. Si “olvidamos el pasado” y no lo reemplazamos con nuevos conceptos de comportamiento (estamos congelados), no podremos funcionar. No podemos hacer nada. En este pasaje (perícopa), Pablo quiso (y nos instruye) avanzar hacia el llamado supremo en Jesucristo. La única manera de avanzar es si tenemos la información necesaria para conocer el “Camino”. Jesucristo es el “Camino”, la Verdad y la Vida (Jn. 14:6). Lámpara es su palabra a nuestros pies (Salmo 109:115). La Palabra informa e ilumina el Camino. No es posible “olvidar lo que queda atrás” y “continuar hacia la meta del supremo llamamiento en Jesucristo” sin un conocimiento fuerte y creciente de la palabra de Dios. Debemos estudiar y aprender la Palabra para vivir los deseos que el Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribir para que todos los cristianos los obedecieran.

En nuestra iglesia, y en cada iglesia, la gente trae su pasado al presente. Quieren la comida y las costumbres a las que están acostumbrados. Quieren las cosas “a su manera”. Este pasaje nos instruye a no exigir que la vida se viva “a nuestra manera”. Debemos esforzarnos por vivir la vida a la manera de Jesucristo. Necesitamos dejar de lado nuestras creencias culturales, nuestra antigua forma de vida, y convertirnos en pueblo de Jesucristo. Conviértanse en sus discípulos. Cuando hacemos esto, cuando llegamos a cualquier circunstancia de la vida con el conocimiento de que estamos en Él, somos humildes y sensibles con quienes nos rodean. No exigimos las cosas “a nuestra manera".

Otro versículo importante para ayudarnos a “desaprender” el pasado y volvernos más semejantes a Cristo es Lucas 9:23 - 

"Si alguno quiere venir en pos de mí, 

niéguese a sí mismo, 

tome su cruz cada día 

y sígame."

Estas son las palabras de Jesucristo. Si queremos seguirLo – ser Su discípulo – aprender Sus caminos – debemos “negarnos a nosotros mismos” y “tomar nuestra cruz cada día”. ¿Qué significa “negarse a uno mismo”? Exactamente eso. Nuestros deseos, nuestras exigencias y nuestras demandas deben ser negados – detenidos. Necesitamos vivir para Jesucristo. Nuestras acciones deben basarse en lo que Él quiere. Si vamos a vivir esto, debemos aprender Su palabra. No podemos saber lo que Él quiere que hagamos en diferentes circunstancias si no conocemos Su palabra.  En Su gracia, Él nos ayudará a saber lo que Él quiere. Necesitamos aprender Su palabra para ser más claros en nuestras acciones.

En este pasaje, Jesús enfatiza el enfoque que debemos tener en dejar atrás nuestra cultura, nuestro pasado y nuestras demandas de vivir “la vida tal como la conocemos”. Nos instruye a “tomar nuestra cruz cada día”. Estas son palabras muy fuertes. Jesucristo no necesita saber cuál es nuestra cultura ni nuestros deseos para cada momento de cada día. Él ya los conoce. No necesitamos orar por nuestras necesidades, metas y anhelos. Jesucristo quiere que oremos para tener Sus deseos, metas y anhelos. Debemos tomar nuestra cruz –morir de una manera horrible– y buscarlo para vivir esta vida. Cada día debemos iniciar el proceso. Jesucristo conoció (y sabe) que nuestra carne nunca deja de exigir vivir la vida que solíamos conocer. Nuestra carne quiere que se cumplan nuestros hábitos, nuestra cultura, nuestras metas y nuestros deseos. Jesucristo quiere que vivamos una “vida nueva”. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas. (2 Cor. 5:17) Vivamos vidas “nuevas” y disfrutemos de nuestra existencia más de lo que jamás hayamos conocido. Para lograr esto, necesitamos estudiar Su palabra mientras vivimos nuestras experiencias con una nueva perspectiva: dejar atrás el pasado y esforzarnos por conocer a Jesucristo.