Dios Es Amor y Nos Ama Sin Parar

1 Juan 4:8

El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

El foco del amor ágape es el destinatario (de este amor). Es tener en alta estima o considerar al destinatario. La Biblia dice: “Porque tanto amó Dios al mundo, que envió a su único Hijo” a morir para que pudiéramos ser eternamente salvos y estar en Su presencia para siempre. Esta es la máxima demostración del amor ágape. Una parte de la Trinidad: el Creador eterno se humilló y se hizo carne (Hijo). El Padre envió a Su único Hijo a sufrir una muerte terrible, llena de castigo, sufrimiento y vergüenza para salvar a los objetos de Su amor: los humanos que recibirían Su perdón eterno pagado en la cruz. El Espíritu Santo demuestra amor ágape en el sentido de que Él tiene que habitar los cuerpos físicos (Él habita en nosotros) mientras nosotros pensamos y vivimos vidas pecaminosas y vergonzosas DESPUÉS de haber sido salvos. El Espíritu Santo soporta nuestra existencia pecaminosa CON nosotros – dentro de nosotros – mientras espera pacientemente la finalización de nuestra salvación. Su amor nos sella hoy.

Aquí vemos a la Trinidad actuando al unísono para AMARNOS. Constantemente. No dejan de actuar por nosotros mientras seguimos pecando contra ellos DESPUÉS de nacer de nuevo. Jesucristo continúa demostrando Su amor ágape hacia nosotros mientras ora por nosotros en el cielo ahora mismo.

¿Qué es una respuesta razonada, racional y reflexiva (Ro. 12:1-2) a tal efusión de amor hacia nosotros – los pecadores – de este Dios vivo y amoroso? La respuesta que Dios pide es que Lo amemos y que amemos (ágape) a los demás a cambio. Que nos preocupamos por los demás especialmente cuando no lo merecen. Porque Él nos amó primero.

Y Él nos amó primero porque es ágape (amor). Vale la pena reflexionar sobre el hecho de que Dios “es” amor.  Su ser, Su carácter, Le hacen actuar por el bien de Sus amados hijos: nosotros. Esta es parte de la razón por la que la Creación “cayó” bajo maldición en pecado. Entonces Dios podría demostrar (y actuar sobre) quién “es” Él. Él es amor.