"EN" CRISTO

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Todos hemos escuchado este versículo. En la mayoría de las ocasiones en que lo he visto citado, no se entendía con claridad. Analicemos el contexto. Al leer la Biblia, debemos comprender lo que sucede alrededor del versículo – el contexto. También debemos leer las palabras tal como están escritas. Este proceso se llama “exégesis”. Permitimos que la Palabra de Dios nos hable. El “ex” del exégesis significa "fuera". Dios quiere comunicarse con nosotros a través de su Palabra. No quiere que tomemos lo que queremos que diga SU PALABRA (acuérdate que nuestro Señor ES la palabra – el verbo) e “impongamos” nuestros pensamientos y deseos.  (El "im" de "im" poner significa - poner "en".  Insistir. En este caso - insistir en mi perspectiva.)

En el capítulo 4 (no hay capítulos en los rollos / pergaminos originales), Pablo termina su carta a la iglesia de Filipos. Quería animarlos. Pablo había sufrido. Estaba preso en Roma. Habían hecho bien en enviarle ayuda. Quería que siguieran sirviendo al Señor. Y dejó a los creyentes de Filipos con este pensamiento: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Observa las palabras de este versículo. Ponte en el lugar de Pablo - lo mejor que puedas. Está escribiendo una nota de agradecimiento desde la prisión. Y anima a los creyentes que quieren ayudarlo. Piénsalo bien por un momento. Pablo está en prisión. Y quiere animar a los creyentes que son libres a que anden por ahí. Con este idea - nos acercamos al punto clave de este versículo...

La mayoría de los cristianos que conozco viven en una prisión. En su vida diaria, van y vienen. Pueden ir a la tienda cuando quieren. Pueden ver la televisión. Pueden ir a la cocina a buscar algo de comer. Para sí mismos, son "libres". Sin embargo, su perspectiva limitada y egocéntrica los mantiene en prisión. Porque creen falsamente que su perspectiva es la de Dios. Oran. Leen la Biblia. Siempre están en la iglesia. Y creen sinceramente que "entienden" lo que Dios está haciendo "en" sus vidas. Viven en una "prisión". Y no empiezan a "ver" (entender) los barrotes en los que se encierran. "Si permaneces en MI palabra, serás verdaderamente Mis discípulos, y conocerás la verdad, y la verdad te hará libre.” (Jn. 8:31-32). El paso definitivo es la "liberación" de nuestro orgullo – la "creencia" (confundida y falsa) de que sabemos lo que estamos "haciendo".

Ejemplo – en un curso enseñado en el Colegio de Estudios Bíblicos, el profesor / maestro / pastor solicitó a los estudiantes que se dirigieran al "profesor" (maestro / pastor) como "Hermano" (aunque el Maestro también era Pastor), porque en el cielo solo tendremos un MAESTRO y un PASTOR.  Y fue explicado así a los estudiantes.  Tenemos UN Maestro y UN pastor verdadero.  Varios estudiantes (los cuales son pastores y maestros), a las pocas horas de la solicitud, respondieron mensajes al "Hermano" llamándolo profesor, maestro y pastor. Es bueno ser respetuoso con los títulos. Es una tontería insistir en ser "algo" que no somos. Si bien el "profesor" (maestro) no respondió a su insistencia en ser respetuoso, no reconocieron ni respetaron su humilde petición como guía para este curso en particular. Insistieron en los títulos que eligieron. Insistieron en su "perspectiva". Y no aprendieron que: "TODA autoridad ME ha sido dada en el cielo y en la tierra” (Mt. 28:18).

Dios quiere moldear nuestra perspectiva – damas y caballeros. ÉL quiere que LO comprendamos y que seamos más a ÉL – menos a nosotros mismos. Ese es el objetivo del ESPÍRITU SANTO en nuestros corazones y mentes. Más como ÉL – menos como yo. Y TODO esto – incluyendo nuestras perspectivas – LE pertenece. TODO esto es SUYO. Y ÉL quiere ayudarnos a "aprender a morir". Porque nuestras perspectivas están distorsionadas – llenas de pecado. Somos por naturaleza – muy orgullosos. E insistimos en ser importantes y reconocidos. Cuando TODO esto – incluyendo nuestros cuerpos – LE pertenece.  Jesucristo creó todo esto. EN ÉL, vivimos, nos movemos y existimos (Hechos 17:28). "EN" ÉL. Nuestro SEÑOR, JESUCRISTO, ES DIOS. ÉL es omnipresente – “en” todas partes. Y existimos "en" ÉL. Debemos vivir con este "entendimiento". No soy nada ni tengo nada que ÉL no haya creado. Y ÉL me ama lo suficiente como para querer compartir SU creación conmigo. Simplemente necesito dejar de insistir en que sé lo que hago. Porque no sé qué quiere ÉL. Quiero servirLE. Y eso es suficiente. Disponible. Dispuesto a aprender. Deseoso. Rendido. Tocando puertas – preguntando a otros si necesitan ayuda o ánimo. Buscando maneras de honrar a Jesucristo sirviendo a los demás. Esto es lo que ÉL quiere. Ser glorificado. Ser honrado en la muerte a mí mismo.

Ahora - veamos Filipenses 4:13 con la mirada de un siervo – Todo lo puedo “en” CRISTO que me fortalece. Este versículo tiene un significado secundario de – crecer, emprender tareas imposibles, sobresalir. El significado principal es más simple y profundo. Cuando nos sometemos a Él. Cuando dejamos ir nuestro orgullo e insistencia, podemos hacer todo lo que ÉL quiera. Porque entendemos literal y profundamente que nuestras vidas están centradas en ÉL. Podemos servir y amar a los demás mientras ÉL quiera. Porque ya no insistimos en que nuestras vidas tengan sentido según nuestra definición. Confiamos plenamente en ÉL y en SU camino. Podemos animar a la gente desde la cárcel. Porque LE hemos permitido quitar las cárceles que construimos con nuestros corazones y mentes engañosos. Somos libres para servir y amar. No necesitamos títulos. Ni siquiera los queremos porque confunden más de lo que ayudan. Todos los títulos que otorgamos pertenecen a JESUCRISTO. Todos son SUYOS. Existimos “en” ÉL. Todo lo puedo en CRISTO, quien me fortalece. Mi comprensión de la preposición "en" cambia el significado de este versículo. Lo convierte de una idea para "alcanzar mis metas" en un versículo que define la libertad de mi existencia en Él. Puedo hacer lo que Él quiera, en cualquier lugar y a cualquier hora, porque entiendo que existo para SU gloria. Y estoy listo y dispuesto a honrar a JESUCRISTO – todo el día. Todos los días.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.