Un Recordatorio

Proverbios 15:16 

Mejor es poco con temor del Señor, 

Que gran tesoro con turbación.

¿Temes a DIOS? ¿Realmente te has considerado esta pregunta? Un estudiante de un colegio cristiano escribió recientemente una explicación florida de quien es DIOS. ÉL es generoso, bondadoso, amoroso y lleno de gracia. Es cierto – ÉL es todo esto. En la cultura actual, hipersensible, egocéntrica y narcisista – DIOS tiene que ser todo esto. ÉL no puede ser santo, omnisciente, justo ni Juez de todo ser humano. Sin embargo – también ÉL ES todas estas cosas. A medida que el mundo se vuelve más confuso moralmente – la gente (incluyendo los “cristianos”) olvida (elige no recordar) que DIOS ES santo y exige justicia. ÉL exige que seamos santos, porque ÉL es santo (1 Pedro 1:16). Y SU santidad es abrumadora para los humanos. Isaías experimentó la presencia de DIOS (Isaías 6) y se sintió deshecho. "¡Ay de mí, que estoy perdido (deshecho)!" (Is. 6:5) Isaías era un hombre muy justo en Jerusalén en su época. Quienes vivían con él respetaban su carácter y su honestidad. Pero cuando conoció a DIOS, quedó deshecho. Su justicia era como trapos de inmundicia – literalmente – un trapo menstrual usado y desechado – que se queda sucio física y espiritualmente (Is. 64:6).

Es BUENO que recordemos – constantemente – que no somos quienes deberíamos ser. Es sabio “temer / respetar profundamente / temer” a DIOS. ÉL ES santo. En SU presencia – nadie se descuida ni olvida quién ÉL ES. ÉL ES DIOS. Y SU presencia es abrumadora. (Recuerden al "mejor amigo" de JESUCRISTO en esta tierra – Juan – cuando conoció JESUCRISTO resucitado y vestido de nuevo en la isla de Patmos – Apocalipsis 1:17. Juan casi se desmaya por el poder, la autoridad y la santidad de SU presencia).

Es MEJOR temer a DIOS y tener un poco. ¿Cómo va tu búsqueda de "cosas"? ¿Vale realmente la pena el estrés de más facturas? ¿De verdad? Es asombroso lo lentos que somos para darnos cuenta y comprender el poder de nuestra "carne". Estamos dispuestos a soportar úlceras, problemas intestinales, depresión, ira, relaciones rotas y dañadas en nuestra búsqueda de "cosas". La paz con DIOS y una familia tranquila son MUCHO más importantes que las "cosas" que podemos poseer. Tus hijos nunca te dirán: "Gracias por dejarme solo mientras te esforzabas por tener más cosas". No sucederá. Las familias que se centran en las "cosas" no son lugares felices. Hay que limpiarlas, quitarles el polvo y protegerlas mientras nosotros corremos a poseer y hacer más "cosas". No hay paz en lo que "vemos". La única PAZ verdadera que tenemos en esta vida caída y confusa es la PAZ que recibimos a través de (y en) JESUCRISTO. Esta PAZ que ÉL nos dio en la cruz no tiene precio. ÉL la proveyó con SU sangre perfecta e inmaculada. Y ÉL nos ofrece esta PAZ gratuitamente. ÉL solo pide que la RESPETEMOS. Que “temamos” SU santidad y el precio que ÉL pagó para dárnosla.

En nuestro aprecio y respeto por la PAZ que ÉL nos dio (y nos da), nos enfocaremos menos en este “mundo”. “Las cosas de este mundo” verdaderamente no tienen sentido. Todas son hechas del polvo. Los momentos de placer que obtenemos en un parque de diversiones, una fiesta o el cine se olvidan. Se pierden. En vano corremos de un momento de felicidad a otro. Nuestra necesidad de distracción y de cosas nunca se satisface. Nunca se detiene. Y soportamos mucha agitación interior para obtener estos “momentos fugaces”. Sufrimos mucho dolor y daño en nuestro egocentrismo. Y recibimos muy poco retorno de la inversión. Si fuéramos empresarios, nos reiríamos de nosotros mismos. Porque los empresarios siempre se fijan en el retorno de la inversión. Si los costos superan los beneficios – no hacen “el trato”. Sin embargo, estamos dispuestos a dañar nuestra relación con DIOS y con los demás en nuestra búsqueda de “cosas” – en nuestra búsqueda de “más”. En lugar de estar “contentos” con menos y disfrutar de la presencia de DIOS en nuestras vidas.

Así que – hoy – mis queridos hermanos y hermanas – miren a su alrededor. Las personas en su vida son mucho, mucho más importantes que las "cosas / placeres" que puedan obtener. Respeten y amen a los seres queridos que ÉL les proveyó. Disfruten el hecho de que DIOS los puso en su vida porque ÉL quiso hacerlo. TÉMANLE. Recuerden que ÉL creó sus circunstancias y todo lo que entienden sobre ustedes mismos y los demás. ÉL ES DIOS. Y debemos TENERLE MIEDO / RESPETO PROFUNDO. Mientras permanezcamos conscientes – hoy – de quiénes SOMOS en ÉL – la vida será más placentera. Más simple. Menos estresante. Menos ES mejor. Hay MENOS que limpiar, que pagar, de qué preocuparse. Tratemos de ser "menos" en este mundo para que podamos SER y HACER MÁS para DIOS mientras estemos en esta tierra.  Dejaremos esta vida lo suficientemente pronto.

Mejor es poco con temor del Señor, 

Que gran tesoro con turbación.