Tuesday, July 1, 2025

¡Vivamos Porque Amamos!

1 Juan 4:9 
En esto se 
manifestó 
el amor de Dios 
en nosotros: 
en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos 
por medio de Él.

El apóstol Juan tuvo la bendición de tener una relación cercana con nuestro SEÑOR. Juan regresó a la cruz después de que los otros once discípulos se escondieran al ver a Jesús apresado por los soldados romanos (Mt. 26:56; Lc. 22:54-62; Jn. 19:26). Juan comprendió que JESUCRISTO lo amaba. Como resultado del amor que nuestro SEÑOR tuvo por Juan, Juan quiso responder con el mismo. Y nuestro SEÑOR quiere que SEAMOS iguales.  (Esto es el anhelo constante del ESPÍRITU SANTO en nuestro santificación – que amamos a DIOS y a otros mientras que morimos a nosotros mismos.)

El pasaje (perícopa) en el que estamos “pensando” hoy es 1 Juan 4:7-21. Incluye el versículo a menudo mal citado y abusado de la iglesia “cristiana” egocéntrica de hoy – “Dios es amor” (v.8). Si bien la palabra de Dios hace esta afirmación, no debe entenderse como “Dios existe para mí”. El cuerpo egoísta y confundido de Cristo de hoy a menudo piensa y cree que nuestro Señor existe para sus “necesidades” (mal definidos) y comodidad. Las peticiones de oración en las reuniones de la iglesia están llenas de problemas personales. Si bien estas peticiones tienen un lugar, el objetivo de Dios al salvarnos no es recordarLE los detalles que ÉL ya sabe. ÉL es más grande que eso. ÉL nos salvó para SU gloria y SUS propósitos. ÉL quiere que SUS hijos (nosotros) pensemos en lo externo – en los demás – no en nosotros mismos.

Necesitamos “repensar” QUIÉNES somos y QUÉ significa realmente el amor de DIOS. El amor no busca lo suyo. El amor busca ayudar, apoyar, animar y cuidar a quienes nos rodean. El amor se centra en el otro. El amor prioriza la importancia de los demás. Si llegáramos a nuestro cuerpo de Cristo vestidos de SU amor, nuestras peticiones de oración cambiarían. Nuestro ministerio hacia los demás se desarrollaría. Nos convertiríamos más en parte de SU propósito. Y simplemente confiaríamos en DIOS con lo que “considerábamos” importante para nosotros mismos mientras que nos centramos en SU amor por los demás “a través” (por medio) de nosotros.

Y este tema nos lleva precisamente al punto de 1 Juan 4:9. “Entendemos” (como Juan, el discípulo amado) que DIOS envió una parte de SÍ Mismo, la segunda Persona de la Trinidad, el HIJO, a morir en nuestro lugar. ÉL tomó nuestros pecados para que pudiéramos vivir eternamente con ÉL. Y DIOS hizo esto porque nos amó. ÉL pensó en nosotros. Como resultado de nuestra comprensión de este profundo y eterno amor que DIOS demostró por nosotros en la cruz, debemos manifestar (demostrar) este amor a los demás. Somos instruidos a considerar a los demás como "más importantes que nosotros mismos" (Fil. 2:3). Esta actitud, cuando se cree y se vive, resulta en amor "ágape" en acción. DIOS nos ha amado de una manera que aún no entendemos. ÉL nos ha dado la eternidad con ÉL. (No sé qué significa eso – pero lo creo). Ya que DIOS nos ha amado tanto, ÉL quiere que vivamos para los demás – NO para nosotros mismos.

El amor nos lleva a priorizar a los demás antes que a nosotros mismos. Esto es lo QUÉ hace el amor. El amor beneficia a los demás. Cuando HACEMOS esto, VIVAMOS por medio (a través) de JESUCRISTO. Nuestra carne no quiere que “vivamos”. Quiere que seamos egocéntricos. Cuando amamos a los demás, cobramos “verdadera vida”. Es verdaderamente “más bienaventurado dar que recibir” (Hechos 20:35). Nuestro problema es que no vivimos esta verdad con la suficiente frecuencia como para darnos cuenta de lo profunda y constante que es.

Cuando vivimos “a través” (por medio) de ÉL, ¡cobramos vida! Vivimos a través (por medio) de ÉL. El énfasis en esta parte del versículo está en las palabras “vivir” y “a través”. Cobramos VIDA al permitir que ÉL (Jesucristo) nos guíe a amar a los demás. Porque ÉL ES amor. Y SU amor no es egocéntrico. SU amor se centra en los demás. Y aprendemos a amar a los demás más que a nosotros mismos. Y cobramos VIDA a través de ÉL al manifestar / demostrar (vivir) SU amor por los demás.
En esto se 
manifestó 
el amor de Dios 
en nosotros: 
en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos 
por medio de Él.

1 comment:

Una Vida Con Propósito

Colosenses 3:2  Concéntrense en las cosas de arriba,  no en las de la tierra. ¿Qué piensas cuando ves a alguien? ¿Te preguntas si le caes bi...