Lucas
23:55-56; 24:1-3
Y
las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea siguieron detrás, y
vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo. Cuando regresaron,
prepararon especias aromáticas y perfumes.
Y
en el día de reposo descansaron según el mandamiento.
El primer día de la
semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando las especias aromáticas que
habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Hallaron
removida la piedra del sepulcro y, entrando, no hallaron el
cuerpo del Señor Jesús.
El sábado es el día de reposo judío. Comienza al atardecer del viernes. Jesucristo murió a las 3 de
la tarde del viernes. Tuvieron poco tiempo para limpiar y preparar su cuerpo
para el entierro. Fueron apresurados. Al igual que los judíos el 7 de octubre
de 2023. Hamás había masacrado a cientos de judíos. Incluso hoy en día, los
entierros judíos siguen un formato. Se dicen oraciones. Los cuerpos se lavan y
preparan ceremonialmente. Debían lavar y preparar los cuerpos antes de ser
enterrados. Similar a lo que pasó con el cuerpo de nuestro Señor. Preparativos
apresurados. Lleva a nuestro Señor a la tumba antes de que se ponga el sol y
comience el sábado.
Al parecer, Lucas entrevistó a algunas de las mujeres que atendieron el
cuerpo de Jesús. Sabemos que “investigó” la vida de Jesucristo (Luc. 1:1-4). Y
Lucas explicó “por qué” las mujeres llegaron a la tumba al amanecer del
domingo. El sábado terminó al atardecer del sábado. Pero en aquella época las
lámparas no brillaban mucho. Nadie quería trabajar en una “tumba” a oscuras.
Entonces, las mujeres decidieron reunirse al amanecer del domingo e ir a
asegurarse de que el cuerpo de Jesucristo hubiera sido correctamente envuelto y
colocado las especias. En aquellos días, se colocaban especias en las telas que
se usaban para envolver el cuerpo. Las especias estaban ahí para minimizar los
fuertes olores creados por un cuerpo en descomposición. Una de las especias comunes
utilizadas era la mirra, un regalo dado a Jesucristo cuando nació (por los
magos).
Y las mujeres encontraron el sepulcro vacío. Nuestro Señor había
resucitado. El Padre demostró Su gran poder cuando resucitó a Su Hijo (Efesios
1:17-20). Seremos resucitados por este mismo poder. No empezamos a comprender
todo lo que Dios ha hecho por nosotros a través de Su Hijo – Jesucristo. Pero
lo sabremos. Experimentaremos Su resurrección. Y estaremos agradecidos y
asombrados.
La resurrección de Jesucristo Lo convierte en el “primogénito de los muertos” (Col. 1:18; Apoc. 1:5).
Fue la primera Persona en resucitar y recibir un cuerpo sobrenatural. Lo
seguiremos. Dios lo ha declarado. Tiene que suceder. Dios no puede mentir. Sería
prudente que nos preparáramos para lo inevitable. Hoy. Seremos resucitados y
“revestiremos” con cuerpos sobrenaturales (1 Cor. 15). Y viviremos para siempre.
Con nuestro Señor y Salvador. Es BUENO que entendamos y creamos esto hoy.
Debería cambiar nuestro comportamiento. Tenemos muchísimo más por qué vivir que
aquellos que no conocen a Aquel que resucitó. Tenemos esperanza. Tenemos un
futuro. Es cierto. La Pascua es un tiempo para celebrar. No porque hayamos
hecho algo. Deberíamos celebrar a Aquel que ha hecho tanto por nosotros. CelebrémosLo con nuestras vidas.