Saturday, August 31, 2024

Una Carta de Amor - Nosotros Mismos

2 Corintios 3:3
siendo manifiesto (es evidente) 
que son carta de Cristo 
redactada (cuidada) por nosotros, 
no escrita con tinta, 
sino con el Espíritu del Dios vivo; 
no en tablas de piedra, 
sino en tablas de corazones humanos.

Este versículo cubre rápidamente mucho terreno teológico.  Necesitamos mirar los conceptos que encontramos aquí y considerar “quiénes” somos y “dónde” estamos en nuestro desarrollo espiritual con base en este pequeño versículo.

Es evidente que todos ustedes ([you all - y’all] – en Texas y Alabama – una contracción funcional para los de los grandes estados de Texas y Alabama – es segunda persona del plural) son una carta de Cristo.  Entonces, “vamos a imaginar” que somos miembros de la iglesia en Corinto.  Están luchando con su identidad.  Han tenido problemas con gente pecadora, juegos políticos, falta de respeto a Jesucristo – esto suena familiar, ¿no?  En el versículo 3, Pablo declara: “Es evidente que ustedes son una carta de Cristo”.   ¿Cómo luce el cuerpo de Cristo al que asistes?  ¿Es evidente que todos son una “carta de Cristo”?  ¿Tienen ministerios en desarrollo?  ¿Están los “miembros del Cuerpo” que asistes desarrollando sus dones espirituales para el bien de los miembros de la iglesia?  ¿Han aprendido a vivir y dar por los demás y no por ellos mismos?  ¿Es evidente la “carta”?

Bien, ahora llevemos este concepto al nivel personal.  Segunda persona – singular.  .  Pablo al comienzo de este versículo reconoce la importancia de “hacer discípulos”.  Ellos (la gente de la iglesia de Corinto) son una “carta de Cristo” que fue “cuidada” por él y otros (probablemente Timoteo).  Pablo entendió la importancia de “transmitir” lo que había aprendido de Jesucristo.  Y nosotros, 2,000 años después, tenemos la misma responsabilidad.  Jesucristo, en el capítulo final (28) del libro de Mateo (inspirado por el Espíritu Santo) nos dice que “hagamos discípulos”.  En este mandato intervienen dos personas de la Trinidad.  Las palabras pertenecen a Jesucristo y el Espíritu Santo inspiró a Mateo a escribirlas.  Deberíamos prestar atención y ponernos manos a la obra.  “Haced discípulos”.

Siguiente parte de la carta.  ¿ERES una “carta de Cristo” que es “evidente”?  ¿Saben tus amigos, vecinos, familiares, asociados, compañeros de trabajo, extraños en la calle que eres una “carta de Cristo”?  ¿Cómo va tu ministerio al Cuerpo de Cristo?  ¿Ven “tus” hermanos y hermanas en Cristo “evidencia” en tus acciones de que los amas?  No con una conversación amable.  Con tus acciones.  Con tu vida.  ¿“Eres” una carta que es evidente para los de su iglesia?

Y esta carta no está escrita con tinta.  No es algo físico que tenemos que “obedecer”.  No estamos “bajo la ley”.  En su carta a los Gálatas (5:18), Pablo dijo: “Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley”.  Si tu carta de Cristo no es evidente para aquellos en tu iglesia – Si no actúas con amor hacia ellos – por favor permíteme animarte a PENSAR en lo que Jesucristo ha HECHO por nosotros.  No estamos “bajo la ley” porque ÉL aceptó el castigo requerido por la ley en nuestro lugar.  Por haber sufrido este terrible precio, Él nos pide que seamos Su carta.  Sus siervos.  Su gente.  Y cuando ENTENDAMOS esto, haremos cosas en Su cuerpo que demuestren que amamos a las personas que Él ama.  Nuestra carta será evidente porque entendemos quiénes somos en ÉL.  SU pueblo elegido y eternamente amado.

Y la “carta” que SOMOS está escrita por el Espíritu Santo.  Y el Espíritu Santo es amor porque ÉL es DIOS.  Y cuando permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, amaremos a los hermanos y hermanas en nuestro Cuerpo de Cristo.  No porque queramos que nos “vean” hacer cosas.  Sino porque ÉL nos amó primero.  Y HACEMOS cosas para demostrar que queremos honrar Jesucristo.  Entonces, déjate guiar por el Espíritu Santo y HAGA cosas por los miembros del Cuerpo de Cristo dónde estás.  Ámalos.  No sólo con una sonrisa y un saludo cordial.  Pero con hechos.  Déjales CONOCER Su amor a través de tu vida.  Sea una “carta” enviada por ÉL a ellos.  Y agradece la oportunidad de amar a las mismas personas que Él ama.  Y TODOS - el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo y tú mismo disfrutarán de tu existencia.  Sonreirás al dar lo que no es tuyo (nada nos pertenece) a quienes Él ama.  Pero al dar lo que no puedes llevar contigo, creas tesoros eternos en el cielo que nunca pueden ser quitados.  Entonces – da.  Ama a Su pueblo.  Y ponte a gozar de que nuestro Señor es tan, tan BUENO.

siendo manifiesto (es evidente) 
que son carta de Cristo 
redactada (cuidada) por nosotros, 
no escrita con tinta, 
sino con el Espíritu del Dios vivo; 
no en tablas de piedra, 
sino en tablas de corazones humanos.

Friday, August 30, 2024

Nuestra Familia Nueva

Efesios 2:19
Así pues, 
ustedes ya no son extraños ni extranjeros, 
sino que son conciudadanos de los santos 
y son de la familia de Dios.

Para siempre.  
¿Qué significa estas palabras para ti?  Tu comprensión de las palabras “para siempre” influyen en tu comprensión del versículo de hoy.  Para todos aquellos que han “nacido de nuevo” – su “nuevo” para siempre ha comenzado.  Comenzó – bajo la eterna y atenta “mirada” de nuestro Señor – el día en que fuiste “salvado” del infierno eterno y del lago de fuego que merecías.  No hiciste nada para recibir un “para siempre” eterno con Él.  Lo concedió porque quería demostrar Su amor a aquellos que eligió.  Y somos un grupo muy extraño de personas que Él ha elegido.  La mayoría de nosotros venimos de alguna forma de pobreza emocional, física o intelectual.  Ninguno de nosotros tiene nada que ofrecer a nuestro Creador más que nuestros pecados y nuestra naturaleza pecaminosa.  Esas son las únicas cosas “nuevas” que le traemos a nuestro Creador.  Esas cosas terribles – nuestras equivocaciones y egoísmo – pertenecen total y completamente a cada uno de nosotros y a nadie más.  ¿Y qué hizo nuestro Padre eterno con ellos?  Los puso todos sobre su Hijo y Lo castigó como si fuera nosotros.  A esto se le llama muerte “sustitutiva”.  Jesucristo fue castigado y murió en nuestro lugar para que nosotros no tuviéramos que hacerlo.

¿Y qué hizo el Padre después de castigar a Su Hijo en nuestro lugar?  Envió al Espíritu Santo para “aplicar” este perdón dentro de nosotros.  El Espíritu Santo nos hace “nacer de nuevo” por dentro.  Somos completamente “nuevos” por dentro.  No podemos “ver” el cambio eterno.  Y aquí es donde nuestra “carne” incesantemente egoísta comienza a confundirnos.  Porque no podemos “percibir” los cambios eternos “en” nosotros – no creemos en el cambio tanto como deberíamos.  Vivimos bajo la sombra constante de la “duda”.  No “caminamos por fe”.  Caminamos por la vista.  Exactamente lo que la Biblia nos dice que NO hagamos.

Nuestro Padre eterno tiene un plan.  Un plan eternamente perfecto y maravilloso para Sus hijos adoptivos.  Por Su muerte en la cruz, nuestro Señor y Salvador, nos reconcilió con Su Padre.  Nuestra relación eterna con Dios (la Trinidad – Padre, Hijo y Espíritu Santo) ha sido restaurada.  Ya no estamos “muertos” en nuestras transgresiones y pecados.  LA MAYORÍA, casi TODAS, las personas que conoces hoy son “muertos caminando”.  Son extraños y ajenos al vivo y santo Señor de todos.  Y serán castigados por los pecados y errores que cometieron.  Están sin esperanza.  Su fin – su para siempre – es terrible.  La eternidad en un lugar de angustia y sufrimiento porque nuestro Dios es un Dios santo que exige perfección para tener una relación con Él.  Y hemos sido hechos “perfectos”.  No podemos “verlo”.  Pero somos – PERFECTOS.  Aún no.  Ya viene.

Y PERTENECEMOS a SU familia.  Ya no somos mexicanos, hondureños, salvadoreños, americanos, lo que sea… Insistimos tonta y ciegamente en que pertenecemos a culturas de este “mundo”.  Deberíamos “disfrutar” la libertad de ser Suyos y de nadie más.  Pero no creemos que esto sea cierto.  Insistimos en que mi padre, mi madre, mi hermano, mi hermana, mi amigo, mi socio, cualquiera que conozcamos de cerca, insistimos en que su opinión es más importante que Suyo.  Y sufrimos por ello.  A medida que aprendemos a creer en Dios más que en nuestros corazones confundidos, aprendemos que ÉL ES hesed.  ÉL ES amor fiel.  Y SOMOS un pueblo nuevo.  Podemos vivir una NUEVA cultura donde el amor dicta.  Podemos dar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo sin esperar recibir nada a cambio.  Porque ÉL nos ha dado “para siempre” con ÉL.  Y no hicimos nada para merecerlo.  Ni siquiera sabíamos que lo necesitábamos hasta que Él nos hizo “nacer de nuevo”.

Y ahora que somos diferentes por dentro – seres nuevos – poco a poco comenzamos a comprender que las “cosas de este mundo” no tienen sentido.  Vacío.  Porque todos están hechos de polvo.  Y crecemos en nuestra fe y comprensión de que pertenecemos a nuestro Señor.  Tenemos una familia totalmente nueva.  Y nos distanciamos de aquellos en nuestras familias “terrenales” a medida que aprendemos a amar a nuestra nueva familia.  La distancia no es intencional.  Pero es inevitable.  Porque nuestra “vieja” familia (en la que “nacimos” y que no pedimos) no entenderá el cambio que Él ha hecho en nosotros.  Y a medida que nos volvamos más como Él – más santos – rechazarán nuestra presencia.  Y aprendemos a disfrutar el compañerismo que nos brinda el Espíritu Santo cuando estamos en Su cuerpo.  QUEREMOS estar en la iglesia.  NO es un requisito.  Es un lugar en el que “deseamos” SER porque las relaciones allí son mucho más significativas y reales.  Son relacionespara siempre”.  Y disfrutamos sabiendo que las conversaciones que tenemos “aquí” con nuestros hermanos eternos en este mundo caído continuarán allí para siempre.  Porque pertenecemos – por Su gracia eterna – a la familia de Dios.  Y sonreímos por dentro al pensar en todas las cosas maravillosas que nos esperan.
Así pues, 
ustedes ya no son extraños ni extranjeros, 
sino que son conciudadanos de los santos 
y son de la familia de Dios.

Thursday, August 29, 2024

Contemplar El ETERNO DIOS

Salmos 113:5-6
¿Quién es como el Señor nuestro Dios,
Que está sentado en las alturas, 
Que se humilla para mirar
Lo que hay en el cielo y en la tierra?

El 7 de enero de 1855, el pastor de la Capilla de New Park Street, Southwark, Inglaterra, abrió su sermón de la siguiente manera: “Algunos han dicho que ‘el estudio apropiado de la humanidad es el hombre’.  No me opondré a la idea, pero creo que es igualmente cierto que el estudio adecuado de los elegidos de Dios es Dios; el estudio apropiado de un cristiano es la Deidad.  La ciencia más elevada, la especulación más elevada, la filosofía más poderosa que jamás pueda captar la atención de un hijo de Dios, es el nombre, la naturaleza, la Persona, la obra, las acciones y la existencia del gran Dios a quien él(la) llama su Padre.

Hay algo sumamente mejorador para la mente en la contemplación de la Divinidad.  Es un tema tan vasto que todos nuestros pensamientos se pierden en Su inmensidad; tan profundo, que nuestro orgullo se ahoga en Su infinito.  Otros temas que podemos luchar y abordar; en ellos sentimos una especie de autocontento y seguimos nuestro camino con el pensamiento: ‘He aquí, soy sabio’. Pero cuando llegamos a esta ciencia maestra, descubrimos que nuestra plomada no puede sondear su profundidad y que nuestro ojo de águila no podemos ver su altura, nos volvemos con el pensamiento de que el hombre vanidoso sería sabio, pero es como un pollino de asno montés; y con solemne exclamación: "Soy de ayer y no sé nada". Ningún tema de contemplación tenderá más a humillar la mente que los pensamientos de Dios...

Pero si bien el tema humilla la mente, también la expande.  Aquel que piensa a menudo en Dios, tendrá una mente más grande que el hombre que simplemente camina sobre este estrecho globo... El estudio más excelente para expandir el alma, es la ciencia de Jesucristo, y Él crucificado, y el conocimiento de la Divinidad, en la gloriosa Trinidad.  Nada ampliará tanto el intelecto, nada magnificará tanto el alma del hombre como una investigación devota, seria y continua del gran tema de la Deidad.

Y, aunque humillante y expansivo, este tema es eminentemente consolador.  Oh, hay, en la contemplación de Jesucristo, un bálsamo para cada herida; al reflexionar sobre el Padre, hay una quietud para cada dolor; y en la influencia del Espíritu Santo, hay un ungüento para cada llaga.  ¿Perderías tu pena?  ¿Ahogarías tus preocupaciones?  Entonces ve, sumérgete en el mar más profundo de la Divinidad; perderse en Su inmensidad; y saldrás como de un lecho de descanso, refrescado y vigorizado.  No conozco nada que pueda consolar tanto el alma; así calma las crecientes oleadas de tristeza y pena; así habla paz a los vientos de la prueba, como un devoto reflexionando sobre el tema de la Divinidad.   Es a ese tema al que os invito esta mañana.

Estas palabras, pronunciadas hace casi dos siglos por Charles Hadden Spurgeon (¡en ese momento, increíblemente, sólo tenía 20 años!) eran ciertas entonces, y lo son ahora.

Porque mis pensamientos no son sus pensamientos 
ni sus caminos son mis caminos, dice el SEÑOR.  
Is. 55:8

Nuestro DIOS no es como nosotros.  ÉL es eterno.  ÉL es otro.  Nunca lo comprenderemos verdaderamente.  Podemos CONOCER ciertos aspectos de SU carácter.  ÉL es amor.  ÉL se humilla y nos mira desde arriba.  Porque ÉL nos creó y sabe que no somos más que polvo.  Sin embargo, ÉL todavía nos ama.  Y debemos estar siempre agradecidos de que ÉL haya elegido crearnos a nosotros y a esta creación donde “vivimos”.  ÉL lo renovará todo.  En SU tiempo y a SU manera.  Y estaremos aún más agradecidos por todo lo que ÉL ha hecho por nosotros.  ¡Deberíamos pasar el día mirando SU creación, mirando a todas las personas que ÉL ha creado y diciéndoLe gracias!  ¡¡Lo mejor está por llegar!!

Salmos 113:5-6
¿Quién es como el Señor nuestro Dios,
Que está sentado en las alturas, 
Que se humilla para mirar
Lo que hay en el cielo y en la tierra?

Wednesday, August 28, 2024

Solo Él

Jeremías 9:23-24
 Así dice el Señor:
"No se gloríe el sabio de su sabiduría,
Ni se gloríe el poderoso de su poder,
Ni el rico se gloríe de su riqueza;
Pero si alguien se gloría, gloríese de esto:
De que me entiende y me conoce,
Pues Yo soy el Señor que hago misericordia,
Derecho y justicia en la tierra,
Porque en estas cosas me complazco", declara el Señor.

Jeremías profetizó a los judíos mientras su país caía (627 – 582 a.C.).  Al final de su ministerio, Jerusalén fue capturada por Babilonia.  Nabucodonosor tomó cautivos a los judíos conquistados.    "La historia se repite".  En la época de Jeremías – al igual que hoy – el pueblo ignoraba al Señor viviente incluso mientras “caminaban” por el templo.  Ellos “pensaron” en Él pero sólo lo honraron con sus labios.  Hoy en día tenemos personas que “van a la iglesia”.  Es algo “bueno” que hacer.  Pero no reconocen a Dios con sus vidas.  Y las consecuencias para nosotros siguen siendo las mismas que para Israel.

Y en el capítulo 9 de su libro profético, Jeremías ofrece una verdadera solución – una respuesta sólida a la creciente confusión, dolor y castigo que tuvo lugar en Israel hace 2,700 años y que vemos ocurrir a nuestro alrededor.  Jeremías elimina sistemáticamente todo pensamiento de orgullo que podamos intentar. 

En el versículo 23, Jeremías dice: No se gloríe en nuestro conocimiento bíblico.  No crea que el conocimiento de Su palabra es algo de lo que podemos jactarnos.  Porque no conseguimos la sabiduría por nosotros mismos.  Tampoco podemos gloriar de nuestra posición en la vida.  Si tenemos una empresa o mucha influencia sobre otros, esto no es algo que “nosotros” hayamos hecho.  Y, sobre todo en Estados Unidos, no podemos jactar del dinero que tenemos.  El dinero que Estados Unidos tiene hoy es el resultado de que hombres pecadores “inventaron” nuevas e insidiosas formas de manipular la moneda para “crear” más riqueza.  Este tremendo “castillo de naipes” (house of cards) se caerá.  Las mentiras que todos vivimos en este país se basan en una deuda nacional que nadie puede pagar.  El “fin” de esta serie de mentiras creadas por la manipulación económica no es bueno para nadie.  Pero, hagas lo que hagas, no “creas” que mereces o has ganado lo que tienes.  Vivimos una “mentira” en este país.  Y llegará a su fin.

Y después de destruir las mentiras a las que los creyentes tendemos a aferrarnos – nuestra “sabiduría”, nuestra “influencia”, nuestra “riqueza” – después de que Jeremías nos dice que no podemos confiar en ninguna de estas creencias falsas – ¿dónde termina? 

En el versículo 24, Jeremías ofrece la única solución verdadera a cualquier problema o dilema en esta vida caída – Nuestro Señor – en Su gracia, bondad y amor eterno – nos eligió para CONOCERLO.  Y esto es todo lo que todos tenemos que importa.  LO CONOCEMOS.  Y Él debería ser nuestra respuesta para todas las dolencias de esta vida “caída”.  Dolencias físicas, agitación emocional, pecados que son castigados.  La respuesta a toda la confusión que vemos y sentimos a nuestro alrededor es – CONOCEMOS A JESUCRISTO.   Y ÉL se llevará el crédito por nuestro conocimiento de ÉL.  Nosotros no “elegimos” ni siquiera esto.  

TODA la gloria – TODA – Le pertenece a ÉL.

Y no necesitamos nada más.  Él es nuestra respuesta.  Y Él está con nosotros mientras caminamos por el “valle de sombra de muerte”.  Esta vida es el valle donde la muerte se cierne sobre nosotros con certeza.  Pero Jesucristo está ahí, con nosotros y no debemos “temer ningún mal”.  Hasta la muerte ha sido conquistado por Él.  No tenemos nada a temer.  Absolutamante Nada.

Así que seguimos adelante, hermanos y hermanas.  Animar a los que están enfermos, aconsejar a los que están confundidos, amonestar a los que eligen pecar.  Ésta es nuestra tarea, por ahora.  Y ÉL es nuestra esperanza, nuestro refugio.  La única Persona de la que debemos jactarnos.  “Puestos los ojos en Jesucristo, el autor y consumador de la fe”.  (He. 12:2) Nos jactamos sólo de Él y de lo que ha hecho.  Él es bueno.  Y Él merece nuestra alabanza, especialmente ahora que la vida se vuelve más confusa.  
                                            
Jeremías 9:23-24
 Así dice el Señor:
"No se gloríe el sabio de su sabiduría,
Ni se gloríe el poderoso de su poder,
Ni el rico se gloríe de su riqueza;
Pero si alguien se gloría, gloríese de esto:
De que me entiende y me conoce,
Pues Yo soy el Señor que hago misericordia,
Derecho y justicia en la tierra,
Porque en estas cosas me complazco", declara el Señor.

Tuesday, August 27, 2024

El Regalo de La Paz Completa / Perfecta

Isaías 26:3
Tú guardarás en completa paz 
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, 
porque en Ti ha confiado.

Isaías es un hombre que entendió el malestar.  Israel era una nación en confusión cuando profetizó entre el 739 y el 681 a.C.  Durante el ministerio de Isaías, las diez (10) tribus del norte de Israel fueron conquistadas y llevadas cautivas (722 a.C.).  Isaías entendió y profetizó que el mismo destino le sobrevendría al pueblo de Judá y Benjamín (las tribus del sur).

Imagínese cómo “se sintió” la vida de Isaías.  Escribió profecías de YHWH (Dios) que describían los juicios venideros contra sus amigos y familiares.  En estas detalladas profecías de dolor y juicio, el Espíritu Santo inspiró a Isaías a escribir sobre el compromiso a largo plazo de Dios con Su pacto con Abraham.  A pesar de la idolatría y la pecaminosidad de los judíos, Él no olvidaría su promesa a Abraham.  Y en Su promesa, la nación de Israel podría mantener la esperanza

El profeta Isaías entendió profundamente las palabras que “escribió” en el capítulo 26, versículo 3. Probablemente Isaías entendió este pensamiento de “paz perfecta / completa” más profundamente que usted o yo. Es interesante.  El hecho de que nuestro amoroso y generoso Señor quiere que las palabras que escribimos y hablamos incluso hoy (como creyentes) SEAN palabras que “entendamos” profundamente.  (La mayoría de las veces, llegamos a “entender” nuestras palabras a través del dolor.) Y, sin duda, el Señor llevó a Isaías a comprender la “paz perfecta / completa” mientras TODOS los que lo rodeaban lo criticaban y despreciaban por sus profecías terribles.  Isaías debe haber sido un hombre solitario.  Porque en su época (700 años antes de que naciera Jesucristo) y aún hoy, no muchos optan por mantener la mente enfocada en el Señor vivo.  Y aquellos que permanezcan enfocados en Él serán rechazados por quienes lo rodean y no quieren que se les recuerde que servimos a un Dios santo.

Ésta es la razón de este versículo.  La razón por la que Isaías primero lo vivió y luego lo escribió.  Los pocos que decidan permanecer centrados en Él obviamente sufrirán.  En el mundo actual, los cristianos “salvados” prefieren su “carne”.  Fiestas, conveniencia, una vida tranquila – todas estas cosas que nuestra “carne” anhela disfrutar.  Y los “pocos” en los días de Isaías o hoy, que permanecen enfocados en el Señor, se encontrarán aislados, casi solos.  Porque nuestros “hermanos y hermanas” en Cristo buscan el camino fácil, el camino cómodo, para “hacer” esta vida.  Y el Señor sabía (y sabe) esto.  Entonces, hizo que Isaías viviera una vida solitaria hace casi tres mil (3000) años para que hoy pudiéramos saber que esto se puede hacer.  Aquellos que eligen centrarse en el Señor pueden hacerlo.  Él está con nosotros.  Nuestro Señor Jesucristo vivió la vida más solitaria que conocemos en esta “tierra”.  Con sus ejemplos (cronológicamente, primero Isaías y luego Jesucristo), podemos (y debemos) optar por “vivir” el camino difícil.  El camino “bueno”.  Mientras recordamos a nuestros hermanos y hermanas, nuestro Señor quiere que hagamos lo “bueno”.  Ser “bueno” cuando nadie mira.  Para proteger a niños inocentes.  Amar con acciones – no con palabras.  Nuestra carne no quiere hacer estas cosas.  Y necesitamos Él y Su presencia para que podemos “hacer” lo “correcto” cuando nadie más a nuestro alrededor quiera hacerlo.

Entonces, nuestro Señor soberano nos ofrece paz perfecta cuando obedecemos en silencio.  Cuando “vivimos” vidas que Lo honran.  Tenemos paz con Él.  Por favor lea esto atentamente.  No ofrece nada más para hacer lo “correcto”.  No en esta vida.  No hay fama.  No premios.  Ninguna casa.  Ningún coche.  Sólo paz.  Paz perfecta cuando mantenemos nuestro enfoque en Él.  Y para aquellos que han “vivido” el caos y la aflicción, este regalo es suficiente.  Seguimos adelante – la mayoría de las veces solos – porque Él proporciona paz.  Y anhelamos el futuro eterno con Él.  Cuando todo el “mundo” (en el milenio) conozca la paz.  Él gobernará con barra de hierro y el mundo tendrá una paz que no ha conocido desde que Adán y Eva plantaron sus dientes en el fruto prohibido.  Paz.  La paz es una recompensa suficiente por ahora.  Confiamos en nuestro “para siempre” con Él “cuando” la paz será eterna.
Tú guardarás en completa paz 
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, 
porque en Ti ha confiado.

Monday, August 26, 2024

Más de SU Luz en Mí

Salmos 18:28
Tú enciendes mi lámpara, oh Señor
Mi Dios que alumbra mis tinieblas.

Estamos de acuerdo en que es Dios QUIEN nos hace “nacer de nuevo”.  La Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, habla de un DIOS, Tres Personas en UNO, QUE siempre actúa hacia los seres humanos perdidos que Él creó para “salvarlos”.  David, hace más de tres mil (3,000) años, entendió claramente este concepto.  Fue (y es) DIOS – YHWH – QUIEN enciende su lámpara.  (En los días de David, las lámparas eran pequeñas vasijas o recipientes de aceite que ardía). Pero David "comprendió" que era YHWH QUIEN "encendía" la llama, QUIÉN proporcionaba la "luz".  Mil (1,000) años después de que David gobernara como rey de los judíos, Jesucristo le explicaría a Nicodemo (en Juan 3) que una persona debe “nacer de nuevo” para poder entrar al reino de los cielos.  Este acto de “nacer de nuevo” es causado por el Señor.  Nosotros no iniciamos ni causamos este proceso.  Es DIOS QUIEN actúa para encender nuestras lámparas.

Y el resultado de que DIOS encienda nuestras lámparas es “ÉL ilumina las tinieblas” que tenemos en nuestros corazones.  Por eso David escribió en Salmos 18:28 – “Mi Dios que alumbra mis tinieblas”.  MI DIOS QUE ilumina MI oscuridad.  Cada uno de nosotros “nace” con una profunda oscuridad en el corazón.  Esta oscuridad es nuestra “naturaleza pecaminosa”.  Nadie tiene que enseñarnos a enojarnos cuando no conseguimos lo que queremos cuando somos niños.  Nadie tiene que enseñarnos que el mundo debe girar en función de lo que “deseamos”.  Nacemos con el profundo deseo de ser egocéntricos.  Nacemos en pecado.  (David también entendió este concepto cuando escribió Salmo 51.) Somos, solos y sin ayuda, personas que preferimos la oscuridad y la confusión espirituales.  Incluso después de “nacer de nuevo” resistimos la luz.  “Preferimos” la oscuridad de nuestros caminos pecaminosos.  Y "elegimos" la oscuridad con regularidad.  Y el Espíritu Santo sufre con nosotros.  Es ÉL QUIEN quisiera llenarnos con SU luz.  Es ÉL quien habita en nosotros y constantemente nos advierte del dolor y el daño que resultan de la oscuridad a la que nos aferramos como seres “salvados” (nacidos de nuevo).  Y seguimos resistiendo.

No sólo resistimos, sino que animamos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo a participar de nuestra confusión.  Como padres, aceptamos y animamos a nuestros hijos a sentirse cómodos con la oscuridad en sus corazones.  Jesucristo habló del profundo castigo que nos espera a aquellos de nosotros que hacemos tropezar a SUS hijos escogidos. (Mt. 18) Sus hijos escogidos pueden ser de cualquier edad que hayan “nacido de nuevo” recientemente (adultos, adolescentes, niños) – y pueden ser Sus hijos escogidos en nuestros propios hogares.  Debemos tomar en serio Su advertencia.  Nuestro deseo de albergar “oscuridad” en nuestras vidas no es un buen augurio para nosotros.  Si nuestra insistencia en la “oscuridad” confunde a otros, seremos aún más responsables ante ÉL.

Es mucho mejor disfrutar de SU luz.  Crecer en el conocimiento de ÉL y SU palabra.  Al principio nos sentiremos incómodos.  No nos gusta reconocer la profundidad de nuestro deseo de estar “equivocados”.  Preferimos creer que somos “mejores” y “más amables” de lo que realmente somos.  Hermanos y hermanas, abran sus corazones a AQUEL que todo lo sabe.  Quédate quieto.  Y aprender que a pesar de cuánta oscuridad nos hemos escondido a nosotros mismos, ÉL es un DIOS BUENO.  Él CONOCE nuestra oscuridad mejor que nosotros.  Sólo nos engañamos a nosotros mismos cuando evitamos estudiar SU palabra.  Porque SU palabra es una “luz”.  (Sal. 119:105) Y el estudio de SU palabra nos ayudará a “ver” más sabia y claramente el daño que causamos a aquellos a quienes “decimos” con la boca que amamos.  Todos necesitamos más de SU luz en nuestros corazones oscuros.                                                          
Salmos 18:28
Tú enciendes mi lámpara, oh Señor
Mi Dios que alumbra mis tinieblas.

Sunday, August 25, 2024

No Tropezaremos

Salmos 119:165
Mucha paz tienen los que aman Tu ley, 
Y nada los hace tropezar.

Este versículo – de un Salmo que se centra en la importancia de Dios y Su palabra – Salmo 119 – nos dice claramente que aquellos que aman la “ley” (en este contexto – “ley” es la palabra de Dios) tienen mucha paz.  Si amamos la palabra de Dios, tenemos paz.  No sólo tenemos paz, tenemos mucha paz.

¿Por qué tenemos mucha paz si amamos su palabra?  ¡Buena pregunta!  Sólo “amamos” la palabra de Dios cuando nos rendimos a ella.  Cuando realmente deseamos ser más como Él.  Cuando comprendemos profundamente que nuestros caminos pecaminosos no son beneficiosos para nosotros ni para quienes nos rodean.  Y anhelamos ser más como Él porque estamos “cansados” de luchar contra el orgullo, la inseguridad y el egoísmo – estamos “cansados” de quienes somos sin Él.  Entendemos profundamente que no hay nada "bueno" en nosotros.  Cuando creemos esto, aprendemos con humildad y mansedumbre a “amar Su palabra”.  Anhelamos descubrir más acerca de cómo vivir una vida que Lo honre.  Y nuestro paciente y amoroso Señor nos encuentra en nuestro quebrantamiento y comienza a “mostrarnos” – en Su palabra – QUIÉN ES ÉL.  Un buen DIOS.  Un DIOS paciente.  UN DIOS QUIÉN quiere ayudarnos a hacer lo “correcto” en medio del caos y la agitación.  Él quiere que amemos a los demás como ÉL nos ama.  Y aprendemos a amarlo a ÉL y SU palabra porque ambos brindan luz – claridad.

Y ÉL es luz. (Sal.119:105)  ÉL nos ayuda a “ver” (comprender) dónde “tropezamos” nosotros mismos.  ¿Cree usted que es un accidente que los padres que hoy arriesgarían a sus hijos en las escuelas públicas de los Estados Unidos tengan un conocimiento limitado de la palabra de Dios?  Ellos “tropiezan” y ayudan a sus hijos a “tropezar” y ni siquiera se dan cuenta.  No han llegado al punto de amar la palabra de Dios (o si han llegado – es muy reciente y hay mucho que aprender – rápidamente.)  Porque sus hijos están en peligro real y presente cada día que assisten estas escuelas de maldad abierta.

Es impresionante cuánto nos convence nuestra “carne” de que tenemos “paz” cuando sólo nos engañamos a nosotros mismos.  Cualquier padre que tenga un hijo en una escuela pública en los Estados Unidos hoy no tendrá paz.  Porque espiritualmente hablando, no hay paz que puedan tener.  Las escuelas en Estados Unidos quieren destruir a los niños.  Destruirlos moralmente.  Y los adultos (maestros y líderes) de las escuelas hacen un esfuerzo consciente para lograr este objetivo.  Música secular a todo volumen, condones disponibles para niños de diez años (y mayores), clases sobre homosexualidad, abortos para cualquier niño sin informar a los padres – todo esto sucederá mañana por la mañana en los Estados Unidos – en todo este país.  Y cualquier padre que coloque a su hijo en este caos espiritual no ama la palabra de Dios.  Entonces ellos (y sus hijos) tropiezan y caen.  La insistencia en una vida “conveniente” causa un gran daño – un gran dolor.

Necesitamos entender la diferencia entre “paz” y esfuerzo.  Este versículo de ninguna manera afirma que la “paz” de Dios no requiere esfuerzo.  Su “paz” llega cuando Le servimos.  Mientras “hacemos” las cosas que Él quiere que hagamos.  Como amamos a los demás como Él nos ama a nosotros.  Su “paz” requiere que pensemos en los demás antes de pensar en nosotros mismos.  La palabra de Dios y nuestro “amor” por ella nos hará “hacer” cosas.  Las “cosas” que Lo honran.  Y que pensemos especialmente en los niños.  Los inocentes.  Los vulnerables.  Y mientras hacemos nuestro débil “esfuerzo” por “hacer” lo correcto, nuestro Señor interviene soberanamente y llena los huecos.

Nuestro mejor esfuerzo por “hacer” lo “correcto” es – ante nuestro santo Señor – como un trapo menstrual tirado a un lado en los tiempos antiguos de Israel. (Is. 64:6)  PERO – nuestro intento de hacer lo “correcto” – en este caso “amar Su palabra” significa MUCHO para nuestro Señor.  Él sabe que somos débiles.  Y Él toma nuestro intento y lo magnifica para Su gloria.  ÉL protegerá a nuestros hijos y los ayudará a desarrollarse espiritual e intelectualmente SI simplemente damos el primer paso y aceptamos la responsabilidad por ellosSi elegimos velar por su bienestar. Y los protegemos del daño y peligro moral.

Y los que aman la palabra de Dios “harán” mucho.  Esta vida caída no es una vida de descanso.  Es una vida de trabajo tedioso.  Porque vivimos en un mundo caído con pecadores (algunos perdonados – otros no perdonados) por todas partes.  Pero si amamos la palabra de Dios y amamos a los demás como Él nos amó primero, tendremos paz.  Habrá “una calma tranquila” en nuestros hogares.  Esto no es algo que podamos “hacer”.  Es algo que Él causa cuando Él es honrado.  Cuando Su reino se coloca en primer lugar.  El hogar empieza a “brillar” con una luz imperceptible (para nosotros).  Y “sentimos” esta luz.  Y “percibimos” el mal antes de que llegue.  Y nos preparamos.  Y no “tropezamos”.  Cosas “malas” todavía nos sucederán a nosotros y a nuestro alrededor que amamos Su palabra.  Pero estas cosas “malas” no serán el resultado de decisiones “malas”.  Después de todo, todavía vivimos en una vida caída.  Y confiamos en Él.  Él es un buen DIOS.

Salmos 119:165
Mucha paz tienen los que aman Tu ley, 
Y nada los hace tropezar.

Saturday, August 24, 2024

Amo al Señor

 
Salmos 116: 1-2
Amo al Señor, porque oye
Mi voz y mis súplicas.
Porque a mí ha inclinado Su oído;
Por tanto Le invocaré mientras yo viva.

¿Ves el sol ahí afuera esta mañana?  Está a 93 millones (93,000,000) de millas de distancia.  La luz tarda un poco más de ocho (8) minutos (300,000 kilómetros por segundo) en salir del sol y llegar a la tierra.  ESO es un largo camino.  Y, sin embargo, “sentimos” el calor del sol cuando es un día despejado o “sentimos” la pérdida de calor cuando está nublado o a la sombra.  La temperatura es CALIENTE en verano, cuando los días son largos.  El sol es una gran reacción de fusión.  El sol convierte 4.26 millones (4,260,000) toneladas métricas de masa en energía cada segundo.  Esta reacción en el núcleo del sol equivale a 1.820 miles de millones (1,820,000,000) de bombas de hidrógeno – las bombas más potentes jamás construidas por la humanidad – de energía cada segundo.  El sol es una estrella promedio o pequeña.  Hay estrellas en el universo que son cientos y miles de veces más grandes que el sol.

Y nuestro DIOS creó todo esto para nuestro beneficio (Salmo 8:3) y Su placer (Salmo 147:4). 

Necesitamos PARAR y reflexionar sobre esta afirmación nuevamente.  

Para nuestro beneficio – 

Entonces Dios dijo: “Que haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y que sirvan de señales para las estaciones, para los días y para los años; y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar en la tierra”; y así fue. (Gé. 1:14-15) 

Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú ordenaste; (Sal. 8:3)

Para Su placer – 

Él cuenta el número de las estrellas; A todos les da nombres. (Sal. 147:4) 

Hay innumerables estrellas en el universo que no hemos visto ni entendemos.  Y “nuestro” Dios los creó para que fueran hermosas.  Hay enormes columnas de “polvo” en el espacio que “brillan” con sus reacciones químicas.  Nuestro Dios ama la variedad y disfruta de Su creación.  ¡Realmente lo hace!

¿Y QUIÉN es el “cenit” de Su creación?  ¿Quién ocupa el papel más importante en todo lo que Él ha hecho?  Tú y yo.  Sus escogidos.  Sus hijos adoptivos.  Su palabra nos da estos títulos. ¡Somos importantes – más que importantes – para un Dios increíblemente poderoso!  ¡Él nos ama!

Y esto nos lleva al pensamiento profundo que el salmista escribió en Salmo 116: “Amo al Señor porque Él escucha mi voz y mis súplicas”.  En este versículo, vemos al Dios omnipotente de la creación cediendo a nuestros deseos egocéntricos.  Él sabe que somos débiles.  Él sabe que somos hechos de polvo.  Y ÉL nos ama.  MUCHO.  Por eso, Él cede con frecuencia a nuestras peticiones egocéntricas.  El salmista reconoce su amor egoísta.  Él ama al Señor (y nosotros amamos al Señor de la misma manera) PORQUE Él “escucha” nuestras peticiones.  Sus respuestas pueden no ser las que solicitamos, PERO Él escucha.  Porque somos importantes para Él.  Y no pedimos ser importantes para Él.  Él nos HIZO importantes para Él porque Él quería.  Envió a su único Hijo a morir por nosotros porque ÉL quería.  Porque Él es amor.  Y podemos SABER que somos importantes para Él en Su creación.

Y todavía hoy inclina Su oído hacia nosotros.  Él todavía nos llama Sus “hijos adoptivos”.  Pertenecemos a un Dios muy grande y poderoso.  Él nos protegerá de la confusión demoníaca y mundana que nos rodea.  Si escogemos honrarLo y depender de Él.  Cuanto más nos rendimos a Él y al Espíritu Santo, más nuestras “inclinaciones” se parecen a las Suyas y más fácilmente vivimos Su perfecta voluntad. (Rom. 12:1-2)  Es BUENO para nosotros estar donde Él quiere que estemos, cuando Él quiere que estemos allí, para que podamos HACER las cosas buenas que Él preparó para nosotros de antemano.  (Efesios 2:10).  Y podemos hacer esto “fácilmente” SI dependemos de Él y no de nosotros mismos.  Él nos ama.  Él anhela compartirSe con nosotros.  Sólo necesitamos abrir nuestros corazones y pedirLe que se siente donde pertenece – en el trono de nuestros corazones.  Y Él nos “escuchará” y cumplirá gustosamente.

Amo al Señor, porque oye
Mi voz y mis súplicas.
Porque a mí ha inclinado Su oído;
Por tanto Le invocaré mientras yo viva.

Friday, August 23, 2024

Cristianos Probados

Romanos 5:3-5
Y no solo esto, 
sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, 
sabiendo que la tribulación produce perseverancia; 
y la perseverancia, carácter probado; 
y el carácter probado, esperanza. 
Y la esperanza no desilusiona, 
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.

¿Quieres conocer uno de los aspectos más obvios (observables) de un “verdadero” cristiano?  No es que sonrían y silben alegremente.  Hay muchas personas “perdidas” (no salvas) que “aprenden” a “fingir hasta lograrlo”.  Una sonrisa se puede “mantener” por un tiempo en circunstancias difíciles o dolorosas.  Pero un individuo que realmente “sufre”, que encuentra circunstancias en esta vida caída que no tienen sentido y continúa adelante con la convicción de que hay MÁS en esta vida de lo que percibimos, si basa su “esperanza” constante y su capacidad para continuar a pesar del intenso dolor en Jesucristo – esa persona comprende el perdón y la salvación.  Esa persona es un “crist”iano.  Y su esperanza futura (su escatología) es donde se centran.

Los cristianos jóvenes sin experiencia “luchan” con circunstancias incómodas y dolorosas.  Los Estados Unidos, en su riqueza y orgullo, ha “mimado” algunas generaciones de cristianos haciéndoles creer falsamente (repito – creencia FALSA) de que el cristianismo es una vida de continuas bendiciones en esta vida y luego morimos para continuar con más bendiciones.  Si esa fuera una comprensión precisa de la Biblia - Pablo se equivoca al escribir Romanos 5:3-5.  En esta perícopa (pasaje), Pablo subraya el hecho de que un cristiano maduro encontrará y soportará mucho dolor e incomodidad. (Repito – MUCHO).  (Pablo mismo vivió lo que escribió.  Su propia vida no fue suave.)

Aquí es donde la insistencia de los cristianos de hoy en “obtener” el mayor consuelo posible en esta vida contradice lo que enseña la Biblia.  En Romanos 5:3, Pablo afirma que un cristiano debe “gloriarse en las tribulaciones”.  En lugar de evitar el dolor y la incomodidad a toda costa, debemos afrontar la dificultad con una sonrisa y silbar una melodía mientras sufrimos.  Porque es – EN el dolor, EN el malestar, EN la tribulación – que honramos a Jesucristo.  Cuando un ser humano débil puede enfrentar lo que obviamente es un “período” duro y severo en la vida – y mantener su enfoque en Aquel que lo creó – esa persona está “creciendo en el Señor”.  Esa persona está caminando hacia la madurez.  Y bíblicamente hablando, no existe otro camino hacia la verdadera madurez.

Hay cristianos que pueden recitar versículos de la Biblia y asistir fielmente a los servicios.  Pero cuando la vida se vuelve realmente dolorosa, buscan intensamente la bendición del Señor y anhelan ser rescatados lo más rápido posible.  Esto no es bíblico.  Mire nuevamente la instrucción del Espíritu Santo escrita por la mano del apóstol Pablo, Romanos 3:5 - "gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia".  ¿Nos instruye este versículo a exigir la resolución del problema lo más rápido posible?  ¿Qué dice el versículo?  Nos gloriamos – nos quedamos quietos y soportamos con un corazón lleno de gozo – porque sabemos que nuestro Señor está obrando EN nosotros a través de las circunstancias que soportamos.  Estén QUIETOS y SEPAN YO SOY DIOS. (Sa. 46:10)  Y los cristianos de hoy se dispersan y se esconden cuando la vida les duele.  Esto NO es madurez.  Cuando lloramos y Le pedimos a Dios que alivie inmediatamente el dolor y resuelva el problema, demostramos nuestro egocentrismo.  No queremos aprender – exigimos una vida suave.

Boletín de Noticias -
Vivimos en un mundo caído, pecaminoso y doloroso. 

La vida en este mundo no es (y nunca será) fácil.  El pecado llena esta creación.  El sol, los aminales, las plantas están angustiados.  Debemos “gloriarnos” en nuestras tribulaciones porque SABEMOS que nuestro Señor nos está moldeando a Su semejanza.  Estamos “aprendiendo” a dejar de lado nuestros caminos egoístas y HONRARLO "EN" el dolor.

Y nuestra capacidad de honrarlo EN el dolor crea perseverancia.  Aprendemos a continuar cuando duele.  Cuando no disfrutamos de nuestra existencia en esta vida caída.  Y nuestra perseverancia crea una “calma” en nuestras almas que no se puede imitar.  Nos convertimos en personas de carácter.  Cuando la vida se pone realmente mal (y el mundo se dirija en esa dirección a diario), tenemos la oportunidad de animar a otros EN el dolor – aunque duela y no sea fácil.  Y el cuerpo de Cristo necesita MÁS personas de carácter.  Es fácil “ir a la iglesia” y “hablar sobre” significados espirituales y versículos de la Biblia mientras hay dinero disponible.  Es una cuestión completamente diferente hablar de Jesucristo cuando hay hambre, enfermedad y dolor por todas partes.  Ya no existe la apariencia “artificial” de ser personas amables y buenas porque tenemos dinero que puede “arreglar” el problema.  Una persona de “carácter” seguirá siendo amable y cariñosa cuando no haya razón para ser amable o cariñosa.  Porque no basan su definición de sí mismos ni de sus circunstancias en el presente.  Una persona de carácter es una persona que basa su perspectiva en QUIÉN SERÁ en el futuro.  Aquí no.

Boletín de Noticias – 
Vivimos en un mundo caído, pecaminoso y doloroso.   

Por lo tanto, no se sorprendan cuando se encuentren luchando en pruebas y tribulaciones.  Ésta es la naturaleza de nuestra existencia en esta vida.  Y cuando nos sucedan estas cosas “malas” (las llamamos así, la mayoría de las veces NO son “malas”), acudamos a Aquel que siempre consuela.  Aprende a definirte a ti mismo en base a QUIÉN ERES “en” CRISTO.  No aquí en esta vida caída y egocéntrica.  Aquí no.

Boletín de Noticias – 
No estamos en casa.  

Este feo lugar no es donde estaremos para siempre.  La perfección está llegando.  Y deja que las tribulaciones redefinan quién ERES.  Aprenda del dolor que HAY más en esta vida que esta vida.  Gracias a DIOS por darnos la eternidad con ÉL.  Y mientras estamos agradecidos por QUIÉNES SEREMOS, Su amor se derrama a través de nosotros hacia los demás.  A medida que aprendamos a creer que no estamos en casa, querremos animar a otros a redefinirse a sí mismos.  Amaremos como hemos sido amados.  Y nuestras vidas se vuelven más útiles para ÉL porque somos más como ÉL y menos como nosotros.

Y no solo esto, 
sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, 
sabiendo que la tribulación produce perseverancia; 
y la perseverancia, carácter probado; 
y el carácter probado, esperanza. 
Y la esperanza no desilusiona, 
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.

Thursday, August 22, 2024

Él es AMOR

Romanos 8:32
El que no escatimó (eximió) ni a Su propio Hijo, 
sino que Lo entregó por todos nosotros, 
¿cómo no nos dará también 
con Él 
todas las cosas?

Nuestro amoroso y omnisciente Señor llevó a Pablo al tercer cielo.  Le mostró a Pablo lo que nos espera.   Y mis queridos hermanos y hermanas, aunque “vivimos” como si “dudáramos” de la bondad de nuestro Señor, ÉL es un Dios muy bueno.  No debemos “dudar” de Él.  Él es la verdad verdadera.  Él nos ha “dado” – a costa de Su único Hijo – una eternidad en un lugar mucho más hermoso que nuestro “mejor” día o nuestro “mejor” lugar en esta tierra.  Y Él no puede mentir.  Su carácter Le impide “ser” otra cosa que no sea perfectamente digno de confianza.  Él es un Dios “simple”.  Él no cambia ni puede cambiar.  Y Él es BUENO.  Él es AMOR.
 
El capítulo 8 de Romanos es el cenit de la profundidad teológica (contraste intencional - 😊) en la carta de salvación divinamente inspirada por El Espíritu Santo a los romanos.  El capítulo 8 captura una amplia variedad de verdades acerca de nuestro Señor.  Y en el versículo 32, Pablo sostiene que nuestra eternidad es más hermosa de lo que podemos imaginar.  Si el Padre permitió que Su único Hijo – una parte de Él mismo y de la Trinidad – de alguna manera individuos eternamente unidos pero separados – muriera – Él no permitiría que esto sucediera para nuestro perdón eterno y luego nos daría un banco en el parque.  El Creador de todo lo que vemos y veremos – todo lo que “entendemos” y entenderemos – Él observó desde el “cielo” como una parte de Sí mismo – Su único Hijo eterno – murió en una cruz.  Para que Él (el Hijo) pudiera “salvarnos”.  Era el plan del Padre – vivido por el Hijo – e implementado por el Espíritu Santo.

Y “nosotros” – Sus escogidos desde antes de la creación del mundo – somos los destinatarios.  Y Él no dejará de ser bueno con nosotros, incluso si no confiamos en Él ni en Sus promesas.  ¡Él nos bendecirá!  La parte difícil ya está hecha.  Su único Hijo murió en una cruz terriblemente fea para que pudiéramos “ser” perfectamente justos.  Para que podamos compartir la eternidad con un Dios perfectamente santo.  Él ha hecho esto.  Y Él nos dará muchas más cosas maravillosas.

Y, si confiamos en el Señor y Le creemos, DEJAREMOS de intentar “poseer” más cosas en esta vida caída.    Este es un ejercicio de inutilidad egoísta.  TODO lo que “poseemos” en esta vida está hecho de polvo.  Todo ello.  En cambio, daremos libremente lo que no es nuestro – nuestras posesiones, nuestras energías, nuestros esfuerzos, nuestras vidas – para promover Su reino.  Porque Su reino es eterno.  Su reino, el lugar que Él ha preparado para nosotros, es un excelente lugar para “ser”.  Su reino será un lugar realmente “cool” (una palabra conocida por un hombre viejo para expresar regalos increíblemente bonitos).  Cuando Pablo regresó del tercer cielo, afirmó en 1 Cor. 2:9, “Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que ni han surgido en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman."

Y en Romanos 8, Pablo argumenta “por qué” debemos confiar en el Padre y SABER que tenemos un lugar excelente e inimaginable esperándonos.  Si Él sufriera la angustia de estar de alguna manera “separado” (“por qué me has desamparado” – Mt. 27:46) de Su único Hijo y verLo morir, ¿cómo no podría darnos cosas realmente maravillosas?  Se ha pagado el terrible precio.  Somos comprados.  No somos nuestros.  Y Él nos ama.  Él nos ama tanto que vio morir en una cruz una parte de Sí mismo (el aspecto de la Trinidad que no podemos comprender – tres Personas en Una).  Si Él soportaría esto para poder compartir la eternidad con nosotros (y así lo hizo), ¿cuánto más nos bendecirá cuando en realidad estemos con Él?  En Su presencia.

Deberíamos “ser” un pueblo que dé libremente todo lo que somos.  Porque nuestra eternidad está "consumada".  Desde el momento en que Jesucristo lo declaró en la cruz – “Consumado es”.  Nuestra eternidad es un hecho.  Y es una eternidad bendita.  Entonces – date de ti mismo hoy.  Entrega todo de ti todo el tiempo.  Esta es nuestra manera de honrar a Aquel que nos ha dado más de lo que entendemos.  Pero lo entenderemos.  Un día estaremos en Su presencia.  Y Él sonreirá.  Y estaremos abrumados por Su bondad hacia nosotros. Porque Él es amor.

El que no escatimó (eximió) ni a Su propio Hijo, 
sino que Lo entregó por todos nosotros, 
¿cómo no nos dará también 
con Él 
todas las cosas?

Un Día Ocupado - Cuídense

Santiago 4:17   Por tanto, al que sabe hacer lo bueno (correcto) y no lo hace,  eso le es pecado. Santiago, el autor de esta epístola, era c...