Santiago
4:17
Por tanto, al que sabe hacer lo
bueno (correcto) y no lo hace,
eso le es pecado.
Santiago, el
autor de esta epístola, era conocido en la iglesia primitiva como el medio
hermano de JESUCRISTO (Mt. 13:55; Gá. 1:19), aunque aparentemente no se hizo un
creyente (Jn. 7:5) hasta que el SEÑOR se
le apareció después de SU resurrección (1 Co. 15:7). Pablo reconoció la
importancia del liderazgo de Santiago en la recién creada iglesia en su carta a
la iglesia de Galacia (Gá. 2:9). Santiago era una columna de la iglesia
primitiva que Pablo conoció y respetó.
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EXCURSO
Santiago / Jacobo
– la misma persona con un nombre traducido de forma diferente – mal traducido
al español – aquí vemos la influencia de la Iglesia Católica en las
traducciones al español. La Iglesia Católica insiste, confusamente, en que
María, la madre de Jesucristo, nunca tuvo otros hijos. Por lo tanto, las
traducciones al español cambian el nombre de “James” por Jacobo o Santiago [la
misma persona] para añadir disimilación [falta de claridad]. La desinformación (provisión de la información confusamente) se practicaba “en la iglesia” siglos antes de las aplicaciones sociales
seculares del siglo XXI.
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Es importante
notar el cambio en el versículo 17 de la segunda persona (tú) a la tercera
persona (él / ella). Este versículo debe entenderse y aplicarse de manera más
amplia. Su mensaje es muy claro – los pecados de omisión son tan dañinos para
nuestro testimonio y nuestra relación con DIOS como los pecados de comisión. (Lo que NO hacemos que DIOS quisiera que
hagamos son IGUALES a los pecados donde “cometemos” errores con nuestras
acciones.) Los dos conceptos – cometer o
ignorar – son pecados para nuestro SEÑOR si no vivimos lo que ÉL quiere.
En otras
palabras, o estamos conscientemente conectados con JESUCRISTO a través del
ESPÍRITU SANTO o no lo estamos. Juan
15:5 – “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer”.
Ese es
básicamente el punto que Santiago intenta plantear. O servimos a CRISTO cada
momento, o no. No hay un camino “gris” – no hay tierra en el “medio”. Si no LO
honramos con nuestras acciones (pensamientos, palabras), nos alejamos de ÉL.
El mundo quiere
que seamos orgullosos e independientes. DIOS quiere que seamos mansos y
humildes. Ambos caminos no se cruzan. O buscamos honrar a JESUCRISTO,
conscientes de nuestra tendencia a ignorarLO, o vivimos la vida por nuestra
cuenta con orgullo. "Él, que sabe lo correcto / bueno que hacer…" Podemos SABER
esto si nos sometemos al ESPÍRITU SANTO. El ESPÍRITU SANTO es SANTO. ÉL SABE lo
correcto / bueno que “hacer” en todo momento. Momento a momento… Si no estamos humildemente
conectados con (en) ÉL – cometemos pecado en ese momento. Cometemos el pecado
de omisión. Estamos conectados a la “vid” – o no. Como dice Jesucristo – separados de Mí no pueden hacer “nada”.
Entonces – ¿cómo
planeas vivir hoy? ¿Corriendo con prisa – pidiéndoLE a DIOS que perdone tu
orgullo? ¿O – con una sensibilidad quebrantada – momento a momento – buscando SER
“crist”iano? ¿Buscando SU presencia
mientras atraviesas (caminas) un día de circunstancias cambiantes y complejas?
Los cristianos orgullosos serán salvos – como si pasaron por fuego (1 Corintios
3:15). Los cristianos sensibles, quebrantados y reflexivos se “ocuparán de las
buenas obras que DIOS preparó de antemano” (Efesios 2:10). Permíteme animarnos
a todos que seamos más reflexivos - anheloso de SU presencia en nuestros
corazones – todo el día – HOY. Mientras nos esforzamos – quebrantadamente – por
HACER lo “correcto / bueno” en SUS ojos.
Por tanto, al que sabe hacer lo bueno (correcto) y no lo hace,
eso le es pecado.